| 04 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.

Feijóo tumba con hechos la “estrategia del miedo” de Pedro Sánchez

Con el apoyo gratuito del PP al PSC y al PNV para impedir alcaldes separatistas y filoetarras se alejan de la forzada imagen de radicalismo que le quieren colgar los socialistas.

| Benjamín López Opinión

La constitución este sábado de los ayuntamientos españoles ha servido al PP para dos cosas: hacerse la foto del vencedor delante de los españoles y, tan importante o más, tumbar la fingida y exagerada campaña del PSOE alertando por los pactos del PP con Vox, con su manido “que viene el lobo de la extrema derecha”. Los populares exhibieron sentido de Estado regalando sus votos al PSOE y al PNV allí donde fueron útiles para impedir gobiernos de los enemigos de España.

El primer logro es evidente. El mapa municipal se ha teñido de azul con 30 de las 50 capitales de provincia empezando por Madrid. Todas las capitales de provincia andaluzas en manos del PP. Cuatro de las cinco de Castilla-La Mancha también. Valladolid, Burgos, Salamanca, Zaragoza, Santander… La foto de la ola del cambio se ha marcado en la retina de los españoles.

Contra eso no hay estrategia del miedo que pueda, ni medidas electoralistas que tuerzan la voluntad de los españoles. Aún así. El PP envió el sábado otro mensaje muy potente a modo de antídoto frente a la campaña hipertrofiada del PSOE contra los pactos del los populares con Vox.

 

El Partido Popular regaló sus votos al PSOE y al PNV allí donde eran útiles para impedir la llegada de Bildu o de los separatistas catalanes a la alcaldía. Regaló sus votos en aras del interés general.

Fue el caso por supuesto de Barcelona, donde los populares encabezados por Daniel Sierra apoyaron el mal menor, al candidato del PSC, y lograron dos objetivos: impedir un alcalde separatista en la ciudad y sacar del Gobierno municipal a Ada Colau.

Lo mismo hicieron en cinco ayuntamientos del País Vasco, con Vitoria y Durango como plazas más destacadas: aplicar la estrategia del mal menor. En la capital vitoriana, encabezados por Ainhoa Domaica Goñi, entregaron sus 6 votos sin pedir nada a cambio al candidato socialista para impedir un gobierno de EH Bildu.

En Durango, el único edil del PP, Carlos García, entregó su voto gratis al PNV para dejar a los proetarras de Bildu sin una de sus principales plazas.

El concejal del PP en Durango, Carlos García.

 

 

El PSOE lleva cuatro años pactando con Bildu, incluso cuando le sobraban sus votos, como en los últimos Presupuestos Generales del Estado. “Los de Sánchez creen que Bildu no es enemigo de España; los de Feijóo sabemos que son enemigos de España: o Sánchez o España”, decía al respecto Miguel Ángel Rodríguez, el jefe de gabinete de Ayuso, que acudió personalmente a Durango.

El PP ha pactado con Vox en decenas de ayuntamientos. Todos los partidos prefieren gobernar en solitario y con mayoría absoluta. Pero hay que elegir. Y en la mayoría de esos sitios la cuestión era pactar con Vox o dejar el poder en manos del ‘sanchismo’. Ya advirtieron en campaña que el 28M era el primer paso para lograr echar a Sánchez del poder, el primer y primordial objetivo. Y lo están cumpliendo.

Desde el PSOE ven esos pactos como el auge del fascismo en España. Sin embargo los socialistas no han movido ni un dedo para impedir la llegada de Vox al poder municipal. Podrían haber apoyado a los candidatos del PP para parar a la “extrema derecha”, como ellos dicen. Desde su punto de vista ese habría sido el mal menor, pero no lo hicieron. Para eso hace falta altura de miras y sentido de Estado.