El PP debe decidir si negocia con Vox la mesa de las Cortes Valencianas, e incluso cederle la presidencia para garantizarse luego un apoyo en la investidura, o negociar con el PSOE
La primera ‘patata caliente’ que tendrá que negociar el ganador de las elecciones del 28 de mayo, Carlos Mazón, antes que su propia investidura o un futuro gobierno de la Generalitat, es la presidencia y la mesa de las Cortes Valencianas. Y ahí, en esa negociación, es donde podremos ver por cierto hacia donde van futuras alianzas.
El 26 de junio toman posesión los diputados de las Cortes Valencianas y ese día se elige mesa de Les Corts con su presidente. El PP de Carlos Mazón puede optar por pactar la composición de la mesa y la presidencia con Vox o tener que mirar hacia el PSOE y Compromís.
Además, el PP podría usar la presidencia de Les Corts y los puestos de la mesa -donde lo normal es que PP y Vox tengan mayoría- para negociar, y optar por ceder la presidencia del parlamento a Vox como por ejemplo sucedió en Castilla y León, o en el caso valenciano cuando en 1995 el PP se la cedió a la Unión Valenciana de González Lizondo a los que necesitaba para sumar mayoría y gobernar.
La presidencia y la composición de la mesa no es un tema baladí, pues son los encargados de convocar la fecha de investidura, el debate y la votación. Si PP y Vox suman su mayoría y controlan el órgano, pueden retrasarlo a después de las elecciones generales del 23 de febrero.
El 26 de junio veremos si hay una aproximación PP y Vox para asegurarse el control de la mesa y la presidencia de Les Corts -y qué partido ostenta la misma, si el PP o si opta por una cesión a Vox para luego facilitar la negociación de la investidura-, un cargo que se suele reservar para alguien con experiencia parlamentaria o política.