| 02 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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El doctor Nagore y las doctoras Chust, García y Juan
El doctor Nagore y las doctoras Chust, García y Juan

Melanoma, un enemigo vinculado a la exposición excesiva a los rayos ultravioleta

El 23 de mayo se celebra el Día Mundial contra el Melanoma, considerado como la forma más letal de cáncer de piel

| Javier Giménez Edición Valencia

La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), estima que este año se diagnosticarán más de 8.000 nuevos casos de melanoma en España. Este tipo de tumor, considerado como la forma más letal de cáncer de piel, tiene como principal causa ambiental la exposición excesiva a la radiación ultravioleta, tanto solar como artificial. Con una incidencia que se ha incrementado considerablemente en los últimos años, el melanoma “está vinculado con un exceso de daño en el ADN de las células”, como explica el Dr. Eduardo Nagore, jefe clínico del Servicio de Dermatología de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO), “algo que ocurre cuando se producen quemaduras, esto es, cuando hay un enrojecimiento de la piel, y sobre todo, cuando se acompaña de ampollas o de un dolor que dure al menos dos días. También se produce daño en las células cuando se acumula una gran cantidad de exposición solar a lo largo de la vida, o cuando se usan cabinas de bronceado”. 

Pese a estar “tan localizados” los factores de riesgo, los expertos alertan un año más del desconocimiento que existe sobre el melanoma y los peligros del sol:  “El melanoma es un cáncer de piel muy peligroso y para combatirlo es vital detectarlo a tiempo”, subraya el Dr. Nagore y recuerda “revisar la piel una vez al mes para detectar cualquier cambio que se produzca en los lunares haciendo especial hincapié en las zonas que no están accesibles a nuestra vista en condiciones normales, como son las plantas de los pies, las nalgas, la cara posterior de los muslos, la espalda o el cuero cabelludo”.

Perfiles de riesgo: trabajos expuestos al sol, personas con muchos lunares y factores genéticos

¿Y cómo debemos protegernos? Siguiendo las recomendaciones habituales, que el Dr. Nagore resume en “poner las medidas adecuadas para evitar la quemadura solar y el exceso de exposición a lo largo de la vida”: “Esto se consigue con sentido común utilizando, según el tipo de piel que tengamos y el momento del día y del año, filtros solares, ropa con capacidad de protección (camisetas, gorras, etc.)”. El Dr. Nagore recuerda además la importancia de evitar las horas de mayor intensidad solar, el uso de protección oral como complemento, buscar la sombra, aplicar filtros solares, “preferentemente de un factor de protección 50+ y siempre media hora antes de la exposición (tiempo que tarda el producto en ubicarse en la piel y ejercer su efecto) así como volver a aplicarlo cada 2 horas. “El ejercicio y el baño aceleran la pérdida de producto por lo que es recomendable aplicarlo de nuevo tras realizar estas actividades”, subraya el experto del IVO.

Los expertos distinguen entre dos “grandes perfiles de riesgo” frente al melanoma: El primero, personas que, por motivos profesionales o de ocio, se ha expuesto mucho al sol a lo largo de su vida. “Suelen tener, además de melanoma, otros cánceres de piel, la piel muy dañada y es más frecuente en personas de más de 60 años, de piel clara con dificultad para broncearse, aunque no exclusivo de ellos”, explica el doctor Nagore. El segundo perfil es el de personas que tienen muchos lunares (nevus). “Estas personas tienen facilidad innata para que sus melanocitos se multipliquen por lo que necesitan de menos exposición al sol para que se desarrolle el melanoma. El melanoma suele presentarse en edades más tempranas que el perfil anterior, antes de los 50 años, y típicamente en el tronco”.

Las doctoras Juan y Chust, el doctor  Nagore y  la doctora García.

Existe además un factor genético, según afirma el doctor Nagore. “Hay genes que favorecen mucho el desarrollo de un melanoma y se heredan, justificando muchos de los casos en los que hay varios miembros de la familia con melanoma (melanoma familiar) o una misma persona padece más de un melanoma (melanoma múltiple). Además, hay otros genes que configuran las características de la persona. En concreto, algunos genes hacen que tengamos una piel con una peor respuesta a la exposición solar y que nos hace de piel clara, fototipos bajos, pelo claro (rubio o pelirrojo). Otros resultan en un aumento de la facilidad para que los melanocitos se multipliquen, y se expresan en la piel con un número elevado de lunares”.

Síntomas de alarma

¿Y cómo se manifiesta el melanoma? Como explica el Dr. Nagore, el signo de alarma más simple y útil es el hecho de encontrar una lesión en la piel diferente al resto, bien porque ha aparecido de nuevo, bien porque una antigua ha cambiado adquiriendo un aspecto diferente. “Este es el signo del patito feo. Tener este signo no implica que lo que se haya observado vaya a ser o no un melanoma, sino que es algo que requiere de una valoración por un dermatólogo. El índice de sospecha aumenta si, además, se percibe que está cambiando de forma o de color, si estos cambios confieren una asimetría a la lesión y se acompañan de molestias, como picor o dolor”.

 

Tratamiento

En función del estadio en el que se encuentre el melanoma se opta por uno u otro tratamiento. En estadios I y II generalmente se aborda con cirugía, campo en el que el IVO es pionero en la técnica de Mohs que permite analizar el 100% de los márgenes quirúrgicos, preservando el máximo tejido sano posible, lo que es útil para algunos tipos de melanoma. En algunas ocasiones el tratamiento quirúrgico se asocia con radioterapia como tratamiento adyuvante (tratamiento adicional que se administra después del tratamiento primario para disminuir el riesgo de recaída), como explica la Dra. María Luisa Chust, jefe clínico del Servicio de Oncología Radioterápica del IVO. Y explica cómo las nuevas tecnologías permiten administrar de forma precisa dosis mayores de radioterapia en pocas fracciones, lo que se conoce como radiocirugía o RT estereotáctica cerebral o corporal: "Estas técnicas además de conseguir un mayor control local, tienen efecto sinérgico con los tratamientos de inmunoterapia, de tal forma que podemos mejorar no solo la respuesta sobre el lugar dónde administramos la irradiación, sino también a nivel sistémico, potenciando la acción de la inmunoterapia”.

 

La revolución de la inmunoterapia y las terapias dirigidas

En los últimos años el tratamiento del melanoma ha experimentado una auténtica revolución con la irrupción de la inmunoterapia y las terapias dirigidas. Y en ese sentido, la inmunoterapia es otro de los tratamientos que se utiliza en los estadios III, aunque ya hay resultados positivos en ensayos que han analizado su eficacia en pacientes con estadio II de melanoma. “En los estadios III, que son aquellos en los que la enfermedad presenta afectación ganglionar, la inmunoterapia es el tratamiento estándar para disminuir la probabilidad de recidiva locorregional o a distancia. Incluso en el escenario neoadyuvante (antes de cirugía) parece que podría haber en un futuro cambios en práctica clínica”, destaca la Dra. María José Juan, médico adjunto del Servicio de Oncología Médica del IVO.

 

Investigación

Como apunta el Dr. Nagore, el conocimiento del melanoma “es muy amplio y se investiga constantemente” consiguiendo avances en todos los ámbitos. Los más relevantes desde el punto de vista clínico son la mejora en la caracterización molecular de los tumores y de la respuesta inmunitaria de las personas que los padecen. “En relación con lo primero, se avanza en el desarrollo de pruebas moleculares que permitan conocer con mayor precisión qué pacientes van a ir peor y cuáles se pueden beneficiar de cada uno de los tratamientos disponibles. Con respecto a lo segundo, se están desarrollando nuevos fármacos que permitan desbloquear nuevas moléculas que frenan la respuesta inmunitaria frente al tumor, así como también se busca conocer quién se va a beneficiar de estos tratamientos”.

En esa misma línea línea la Dra. Zaida García, investigadora del laboratorio de biología molecular del IVO detalla la labor que se realiza para ofrecer a los pacientes las últimas tecnologías con aplicación directa en el diagnóstico, el pronóstico y el tratamiento de esta enfermedad. “Desde el principio apostamos por secuenciación de nueva generación (NGS) tanto a nivel del tumor, para identificar marcadores pronóstico y dianas para el tratamiento, como a nivel germinal para identificar alteraciones en genes de predisposición a esta enfermedad y así poder ofrecer las medidas de seguimiento adecuadas en función del riesgo de cada paciente. Además, apostamos por la investigación en este campo tanto de manera individual como por medio de consorcios internacionales con diferentes proyectos de investigación tanto en el campo del melanoma familiar como a nivel de la caracterización molecular de los tumores primarios, metástasis y tejido peritumoral”.