Valencia, hervidero de protestas contra el Gobierno de Puig antes de elecciones

Explotó la calma. Tras una larga temporada de silencio en las calles valencianas más allá de las manifestaciones anuales conmemorativas en días puntuales, ahora en precampaña la Comunidad Valenciana se convierte en un hervidero de hartazgo contra el Gobierno valenciano.  Médicos, enfermeros, familiares y profesionales por la dependencia, los trabajadores de Metrovalencia, de las nuevas ITV públicas... Todos se revuelven en los últimos días contra la gestión de Ximo Puig en vísperas de elecciones. A estos se suman las huelgas nacionales con gran incidencia en la Comunidad Valenciana como la de los funcionarios de justicia, letrados, jueces, agricultores y cazadores. 

Mientras la campaña electoral de Puig se centra en desprestigiar al adversario con ofensivas sobre la corrupción abriendo el baúl de los recuerdos, poco se habla sobre la situación que preocupa a los a los colectivos afectados, que son la voz de la ciudadanía que también se ve perjudicada.

Los médicos en huelga porque la Generalitat "no les escucha" y sufren una gran presión asistencial por la falta de profesionales sanitarios que causa el colapso de los servicios de Urgencias y Atención Primaria de los hospitales públicos valencianos al mismo tiempo que se eternizan las listas de espera para operarse. También en algunos casos son los propios pacientes quienes se adhieren. Y los enfermeros, a traves del sindicato SATSE, que se han movilizado para denunciar la misma situación, aunque de forma independiente.

El servicio de transporte público de la Generalitat, Metrovalencia, en continua huelga, también por "falta de personal" que ocasiona problemas de "seguridad". Un problema al que el Gobierno de Puig tampoco ha puesto solución desde hace años y que se manifiesta en el colapso de los trenes en hora punta debido a los paros que se extienden desde abril hasta junio. 

Tan solo ha hecho falta un mes de gestión del Gobierno de Puig en las ITV, desde la reversión pública para que los trabajadores convoquen una huelga indefinida. Revisar los vehículos no había dado problemas mientras el servicio se mantenía en manos privadas, ahora pedir cita para el mismo mes de mayo es prácticamente imposible. Los sindicatos convocan el paro por una "falta de negociación en la equiparación de las condiciones laborales entre estaciones".

Esa es la frase que repiten todos los colectivos que en los últimos días se han movilizado: "falta de negociación". La Generalitat no cuenta con ellos como tampoco lo hace, según denuncia Aerte, para regular las viviendas tuteladas para las personas dependientes, dejando a miles de personas sin hogar ante el sobrecoste que supone para ellos tras la última modificación del decreto. 

La sanidad, la movilidad, la igualdad, y también la educación si se tiene en cuenta la recientes huelgas de profesores universitarios en enero o los de secundaria y FP en febrero,  son los pilares básicos de la sociedad que están tocados y hundidos en la Comunidad Valenciana. Son las preocupaciones de los pacientes, de los dependientes, de los estudiantes, padres, conductores, viajeros. La hostelería también sufre momentos convulsos, aunque en Valencia un modesto acuerdo evitó la huelga in extremis. Eso sí, el ruido estuvo ahí con protestas en la plaza del Ayuntamiento. A estos se suman las huelgas nacionales con gran incidencia en la Comunidad Valenciana como la de los funcionarios de justicia, letrados, jueces, agricultores y cazadores. 

El descontento de todos estos sectores perjudica a los partidos del Botànic en campaña electoral, especialmente al 'president' que en lugar de presumir de gestión y de buen gobierno, no le queda otra opción que evitar estos temas y copiar el modelo de Pedro Sánchez de lanzar promesas electorales.