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Imagen de algunos artículos incautados
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La Guardia Civil desarticula una banda especializada en robos con fuerza

La benemérita ha detenido a 18 personas, dentro de la operación "Teleke", por protagonizar hurtos en las provincias de Valencia y Castellón

| Noel Rodilla Edición Valencia

La Guardia Civil de Valencia, en el marco de la operación 'Teleke', ha detenido a 18 personas pertenecientes a una organización delictiva especializada en robos con fuerza en las provincias de Castellón y Valencia, según ha informado el Instituto Armado en un comunicado. Asimismo, ha apuntado que este grupo compaginaba su actividad con el tráfico de drogas.

La operación que ha llevado a estas detenciones comenzó después de que los agentes de la Benemérita detectaran un aumento de robos en diferentes puntos del territorio valenciano. Así, tras analizar el modus operandi aplicado en estos casos, se pudo relacionar una serie de robos entre sí y lograr información sobre los posibles autores.

Los agentes de la Guardia Civil consiguieron encontrar el rastro de un único grupo delictivo y obtener más pruebas e identificar a sus autores.

Esta operación se ha saldado con la detención de los objetivos principales que formaban el grupo delictivo y con la completa desarticulación de esta organización y sus escalones, incluidos los que se perpetraban los robos, los que guardaban la mercancía, los que la vendían y varios de los que la adquirían sabiendo su procedencia ilícita.

En esta actuación de la Guardia Civil han participado el Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC), ambas de Valencia, y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Valencia.

Los investigadores pudieron constatar que esta organización adoptaba medidas de seguridad a la hora de actuar, que seleccionaba objetivos en polígonos industriales poco vigilados de la provincia de Valencia y que con el tiempo había ampliado su radio de acción a la zona sur de Castellón, ha detallado el Instituto Armado.

Los objetivos de esta banda, ha agregado, eran comercios o almacenes que en el momento del robo se encontraban cerrados y sin personal en su interior para poder operar con más tranquilidad y evitar enfrentamientos directos con trabajadores o propietarios.

Además, la organización seleccionaba los objetivos tras encargos previos de bebidas alcohólicas, electrodomésticos, ropa o cosméticos. En los robos llegaron también a sustraer de un almacén casi 400.000 vapers valorados en 900.000 euros.

Este grupo delictivo elegía la nave, el local o el comercio en el que actuar, previo encargo y después de controlar la actividad de los trabajadores. Posteriormente, se reunía para planificar el robo y ese mismo día o el día anterior, sustraían los vehículos que serían utilizados en él. Una vez aseguraban la mercancía los coches eran abandonados tras borrar sus huellas y no dejar rastro.

Los miembros de la banda accedían a las naves fracturando la puerta o mediante butrón, según lo que considerasen más factible en las vigilancias previas realizadas y en las cuales se hacían pasar por transportistas. Una vez en el interior del local, seleccionaban cuidadosamente la mercancía que les interesaba y desechaban la que les costaría más trabajo de vender posteriormente.

Durante la investigación los agentes constataron que el grupo también se dedicaba al tráfico de drogas, principalmente hachís, aunque también comerciaba con cocaína y con el cultivo de marihuana indoor. Los agentes pudieron también localizar las plantaciones, que para su cultivo estaban conectadas de forma fraudulenta a la luz.

El hachís y la cocaína era distribuida de forma directa o a través de otros vendedores, encargándose ellos del menudeo, ha detallado la Guardia Civil.

La operación de los agentes culminó a finales de octubre, tras un amplio dispositivo durante el que se realizaron nueve registros domiciliarios en las localidades valencianas de Llíria, Bonrepós, Silla, Paterna y Alboraya, y se detuvo a 16 hombres y 2 mujeres con edades comprendidas entre los 21 y los 61 años.

De los arrestados, 17 son de nacionalidad española y uno marroquí. A todos ellos se les atribuyen los delitos de pertenencia a organización criminal, robo con fuerza, tenencia ilícita de armas, cultivo y tráfico de drogas, robo de uso de vehículo y receptación.