| 09 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El golpe continúa. Aplicación del 155, ¡YA!

| Fernando Giner Edición Valencia

OPINIÓN  Vivimos días tristes, de angustia y profunda preocupación. La situación de Cataluña, a la que se ha llegado por la actuación irresponsable y delictiva de un Consell de Govern  que ha llevado a cabo un golpe de estado, exige de inmediato una acción del Gobierno de España aplicando la Constitución y la Ley .

Es una vergüenza  que quienes han actuado como auténticos pirómanos, quieran aparecer como las víctimas y los bomberos. El único responsable de este atroz escenario es Puigdemont y resto de independentistas, que todo parece indicar van a proclamar la Declaración Unilateral  de Independencia, tal vez el próximo día 6 de Octubre para ligarla con el pasado histórico de aquel  triste 6 de Octubre de 1.934 en el que se proclamó el Estat Catalá.

La manipulación de algunos medios de comunicación y singularmente de los catalanes, es de juzgado de guardia, al igual que la de algunas instituciones catalanas. La quiebra del Estado de Derecho llega a extremos insospechados. Se manipulan descaradamente y se falsean datos de heridos y del referéndum. Se alimenta desde la Generalitat una huelga, que no es tal, ya que es una movilización incardinada dentro de lo que es la estrategia por la independencia, provocando una violencia que condiciona a los catalanes que no comparten sus tesis, y que suponen una mayoría silenciosa.

En Cataluña hay miedo en amplios sectores de la población, la coacción, la presión a hosteleros, el odio y acoso encauzado contra las fuerzas de orden público, es impresentable.

La falacia que se repite como un mantra de la no violencia y de un pseudopacifismo choca contra la realidad de acciones antidemocráticas y un odio que se refleja en tantos rostros.  Y a ello sumar, la actitud de una iglesia católica catalana que en una parte nada desdeñable, ha sido cómplice de una ilegalidad dando cobijo en los templos a distintas actividades, incluido un recuento de votos en el presbiterio de una iglesia mientras entonaban su canto “El Virolai” a la “Moreneta de Montserrat” en una celebración religiosa. O como escondrijo de urnas.  Acaso, la unidad de España ha dejado de ser un bien supremo para la Jerarquía Católica.

La calle acaba tomada por una masa que impone el insulto y el escrache como praxis de acción política y todo ello contando con la bendición y el apoyo incondicional de los miembros del govern catalán. Insultos y violencia contra diputados autonómicos que ya patentizan una fractura social y una ruptura de la convivencia o impidiendo la libertad de las familias de los agentes de orden público que ni siquiera pueden llevar a sus hijos al colegio o salir a la calle.

Por todo ello, resulta cómico, sino fuese tan serio, que se solicite una mediación por quienes ya deberían estar inhabilitados políticamente y que de facto lo están para cualquier tipo de diálogo.

La pantomima de Referéndum que estuvo precedido de un golpe de estado parlamentario está siendo utilizada, con todo el cinismo, para fundamentar una independencia que quiebra el Estado de Derecho, el Estado Democrático. Como quiebra el estado de derecho la anarquía en el mundo municipal que desde los Ayuntamientos amenaza a empresas privadas, que prevarican, que arrancan la bandera nacional de los balcones, que alimentan el acoso a Guardia Civil y  Policía Nacional , fuerzas de orden público con las que el pueblo español tiene una deuda de gratitud. Pero, evidentemente, la mayor quiebra del estado de derecho la protagonizan Puigdemont, Oriol Junqueras  y el independentismo que tiene que someterse urgentemente al imperio de la Ley.

Urge la aplicación de la Constitución Española y de la Ley sin complejos, con valentía, con firmeza y el convencimiento de que con ello se está defendiendo la Democracia con mayúsculas. Al mismo tiempo hay que dialogar y sentar las bases de una convivencia en paz y concordia que nunca deberían de haber violentado desde la Generalitat Catalana.

¡Ya basta!.