| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Rivera y Sánchez dialogan, en actitud cómplice, en el Congreso
Rivera y Sánchez dialogan, en actitud cómplice, en el Congreso

Las "escaramuzas" entre Sánchez y Rivera que comienzan a generar alarma en el PP

Concluida la primera toma de contacto entre los dirigentes de los partidos, una sensación de preocupación comienza a brotar en el Gobierno. Y todo a cuenta del "intercambio" entre PSOE y Cs

| Miguel Blasco España

"Y ahora hasta el martes, un poco de relax". Con esta frase resumía el entorno más próximo de Rajoy el estado de ánimo del presidente del Gobierno en funciones tras la conclusión de la primera ronda de contactos de cara a la investidura. Hasta el martes, por que será ese día cuando se constituyan las nuevas Cortes nacidas del 26J y arranque oficialmente el calendario que debería iniciarse con el encargo del Rey Felipe VI al ganador de los comicios para que intente lograr el apoyo para su reelección.

En Moncloa comienzan a preocupar los "tacticismos" de Sánchez y Rivera y el hecho de que "se miren de reojo"

Génova y Moncloa reconocen una moderada y prudente satisfacción tras una ronda "preliminar" que en palabras del propio Rajoy le ha sido "útil" para tomar la temperatura en busca de las cuentas que permitan su reelección. Pero a esa satisfacción, -que se deriva del convencimiento de que ningún partido, y así se lo han expresado a Rajoy cada uno de sus interlocutores, quiere concurrir a unas terceras elecciones con un más que incierto resultado-, le acompaña una sensación, un principio de alarma.

"Llevan días entrampándose"

Alarma que, según reconocen fuentes populares, nace de la constatación de que desde la noche electoral PSOE y Ciudadanos protagonizan una especie de juego, de "escaramuza",  para cada uno depositar en el otro la "responsabilidad" de que, finalmente, Rajoy sea reelegido.

"Sánchez y Rivera llevan días entrampándose", se asegura desde el entorno de Moncloa. En esta estrategia se enmarca la decisión del líder naranja de cambiar su "no" inicial por una abstención final que deja ahora en el tejado de Sánchez evitar las nuevas elecciones obligándole a modificar también la resolución del Comité Federal del PSOE para convertirla en otra abstención.

Pero ahora el PP ve una nueva "maniobra" de vuelta de Sánchez contra Rivera. El líder del PSOE sugirió este martes que desatascará la investidura si Rajoy se presenta al debate con más apoyos. Es decir, invita a Rivera a ir más allá y cambiar la abstención de Ciudadanos por un sí al PP.

Aunque queda mucho tiempo por delante, el PP comienza a sospechar incluso que Sánchez, si Rajoy frustra su intento, está allanando el camino para intentar de nuevo la aventura en la que fracasó el 20D: un gobierno de izquierdas y nacionalistas que precisaría la complicidad activa o pasiva de Rivera.

Con los nacionalistas vascos maniatados por las elecciones autonómicas de otoño y los catalanes de convergencia en deriva independentista, el PP sabe que sólo Sánchez y Rivera tienen la llave para evitar los terceros comicios. Pero uno de los dos va a tener que rectificar sus posiciones y asumir el coste. Un juego que los populares empiezan a ver con creciente preocupación.