El boicot sin precedentes que Sánchez trama contra Vox en el Poder Judicial

Ju"En esta España esquizofrénica de Pedro Sánchez, el PSOE está dispuesto a torpedear la presencia de la tercera fuerza política nacional en el Poder Judicial para dársela a ERC. Cerrar el paso abruptamente a Santiago Abascal para extender la alfombra roja a Rufián. Sin precedentes".

Estas palabras, a ESdiario, las firma un diputado de Vox llamado a jugar un papel destacado en el área de Justicia del nuevo grupo parlamentario verde. Y es que, desde hace días, en la sede del partido de Santiago Abascal se hacen números y cuentas sobre la otra derivada de los resultados electorales del 10-N: la presencia de la formación en los órganos constitucionales que elige el Congreso de los Diputados.

No es cuestión baladí. Son foros decisivos para el funcionamiento del sistema institucional. Pero lo que trama Pedro Sánchez ha puesto en guardia a la cúpula de Vox. Sobre todo, tras constatar que el PSOE apadrina ya un salvaje boicot a la tercera fuerza política, en un lugar tan marcado históricamente por el consenso como son las Mesas del Congreso y del Senado.

Vox avisa de un "escándalo sin precedentes" y amenaza a Sánchez con acudir al TC

Desde hace días, la socialista Adriana Lastra lidera una estrategia "multibanda" para excluir a Vox de la Mesa del Congreso. Ya ha amarrado la complicidad de Podemos y del PNV y busca la del PP. Pablo Casado ha descartado sumarse a las maniobras.

Pero después del órgano rector de la Cámara Baja llega una renovación mucho más decisiva: la del Consejo General del Poder Judicial. Y con ella, la designación del nuevo presidente del Poder Judicial y del Tribunal Supremo que relevará a Carlos Lesmes.

El presidente del Poder Judicial, Carlos Lesmes, en una reunión de la Permanente del CGPJ

El nuevo Congreso tiene que adoptar dos decisiones decisivas en clave judicial. La primera, renovar a cuatro de los 12 magistrados del Tribunal Constitucional, entre ellos a su presidente y su vicepresidenta.

Casus belli para La Moncloa. Los 52 diputados de Abascal van a permitir a Vox recurrir por sí solos al TC cada ley que la suspuesta alianza progresista logre aprobar en el Parlamento. Serán así esos doce magistrados los que decidan en el futuro sobre la vigencia de esas iniciativas.

La segunda, la renovación del CGPJ, frustrada hace meses tras apartarse de la carrera a la presidencia el magistrado Manuel Marchena. El órgano de gobierno de los jueces lleva más de un año caducado y debe afrontar nombramientos muy importantes en el Supremo, en los Tribunales Superiores autonómicos y en las Audiencias Provinciales.

Vox aquí también tiene mucho que decir. El acuerdo para la renovación del CGPJ exige una maypría de tres quintos en el Congreso y en el Senado. Si Sánchez quiere culminar su boicot -cordón sanitario lo llaman en el PSOE- deberá buscar la complicidad del PP. No parece el escenario probable.

Pero en la sede del partido de Abascal ya saben el concepto de democracia que tiene Sánchez y el PSOE.  Están dispuestos a dejar fuera del terreno de juego a la tercera fuerza política de España, a sus 52 diputados y a sus más de 3.6 millones de votantes. Ellos son las víctimas reales del cordón que ya urden Sánchez, Iglesias y Esteban (PNV).