Verás qué fácil es esta receta con la que resulta prácticamente imposible comer aburrido.
Una especialidad italiana que solo necesita unos pocos minutos, unas pechugas de pollo, el sabor inconfundible del limón, unas verdes y carnosas alcaparras, el aroma de un buen vino blanco y la esencia de un caldo de ave casero, para conseguir que una simple carne de pollo luzca sabrosa e increíblemente jugosa en tu plato.
Una opción más que perfecta para resolver un segundo plato o una cena en este fin de semana. Si quieres, también puedes acompañarlo de una pasta al dente, un arroz blanco, o si prefieres algo más ligero una ensalada de berros, naranja y aceitunas con una vinagreta de jengibre y miel.
Dificultad: Baja
Tiempo de preparación: 15 minutos
Ingredientes para 4 personas
8 pechugas de pollo de corral
3 cucharadas de alcaparras ( o aceitunas sin hueso)
1 cucharada de harina de maíz
¼ vaso de vino blanco
¼ vaso de caldo de ave
1 limón
2 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de mantequilla
sal
pimienta
perejil
Elaboración
1- En una sartén calienta el aceite de oliva con la mantequilla. Salpimienta las pechugas de pollo y márcalas durante un minuto por cada lado junto a unas rodajas de limón. Transfiere a un plato dejando el limón en la sartén.
2- Agrega la harina a la sartén y remueve para que se fría con la grasa que ha quedado después de cocinar la carne.
3- Vierte el vino y liga hasta obtener una crema ligera.
4- Ahora el caldo y continua ligando la salsa.
5- Ahora incorpora las alcaparras ( si no tienes o no te gustan, puedes cambiarlas por aceitunas cortadas en trocitos) y remueve durante un minuto.
6- Transfiere de nuevo la carne de pollo a la sartén y deja que se cocine todo junto durante un par de minuto a fuego bajo.
Presenta con perejil fresco recién cortado y disfruta de esta especialidad italiana.
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