| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Imagen reciente del lugar donde apareció el cadáver de Esther López
Imagen reciente del lugar donde apareció el cadáver de Esther López

Esther López y la última incógnita sin resolver: 23 días sin cadáver

La Guardia Civil ha remitido un informe de 400 páginas a la juez, pero hay un punto que queda sin explicar de manera convincente: el hallazgo del cadáver fue sorprendente, pero no casual.

| Félix Hernández Actualidad

Esther López fue atropellada el 13 de enero de 2022 a las 3:30 de la madrugada y agonizó en las siguientes horas hasta morir a lo largo de esa noche, abandonada a su suerte por el asesino. Sin embargo, el cadáver no apareció hasta 23 días después en las afueras de Traspinedo a pesar de que la Guardia Civil batió esa zona y pasó por ese punto en concreto dos veces, los días 20 y 29 de enero. Lo localizó un señor de Salamanca de una manera llamativa y sorprendente, pero no casual. 

 

Lugar del hallazgo del cadáver

El informe final de Guardia CIvil, de más de 400 folios, establece que el principal sospechoso, Óscar S., presuntamente agredió, atropelló y dejó agonizar hasta la muerte a Esther López en la madrugada del 13 de enero de 2022, en las proximidades del chalet de los padres de Óscar en la urbanización Parque Corredera de Traspinedo. Además consideran que ese mismo día, entre las 9 y las 10 de la noche transportó el cadáver desde la vivienda hasta el lugar del hallazgo y lo abandonó allí. 

 Para intentar demostrarlo, aportan diversas pruebas extraídas tanto del ordenador de a bordo del vehículo propiedad del presunto asesino -movimientos del vehículo en esas horas- como de sus consultas en Google Maps, hasta 13 veces, de la zona donde apareció el cuerpo sin vida de Esther. Todo parece cuadrar con esa versión excepto el hecho de que no apareciera el cuerpo hasta 23 días después. 

El hallazgo del cádaver: una historia sorprendente

El hallazgo fue sorprendente y llamativo por cómo se produjo, pero no fue un hecho casual. José, un ciudadano anónimo de Salamanca aficionado al senderismo y que ya había participado en batidas para localizar a desaparecidos en otros casos, madrugó aquel  5 de febrero. Su intención era clara: desplazarse en su furgoneta desde su domicilio en la capital charra hasta Traspinedo, separados por unos 140 km y hora y media de trayecto, para buscar a Esther. 

Imagen del informe de la Guardia Civil en el que se aprecia al ciudadano que encontró el cadáver

Así lo recoge el informe de la Guardia Civil remitido a la titular del juzgado de Instrucción nº5 de Valladolid que investiga el caso. “El testigo relató que habitualmente practica senderismo, afición que aprovecha para colaborar en búsquedas de personas desaparecidas”, dice el informe que añade que en ese caso concreto se equipó para desplazarse hasta Traspinedo aquella mañana del 5 de febrero “motivado en parte por no haber podido participar en ninguna de las batidas que se habían desarrollado anteriormente”. 

El caso es que José aparcó la furgoneta en el Bar La Chata poco antes de las 9:30 de la mañana, salió a caminar por la zona y menos de una hora después, a las 10:20 llamó a la Guardia Civil: había localizado el cadáver de una mujer que dos batidas anteriores no habían logrado encontrar. Según relató no se acercó a menos de metro y medio del cadáver en ningún momento. El informe realizado aquel día explica que el cuerpo se encontraba “en posición decúbito prono con predominio lateral izquierdo; su dirección es oblicua ligeramente descendente, siendo la cabeza y el tórax las partes más declives”. 

Dos batidas en la zona no habían localizado el cadáver

Lo llamativo es que esa zona, el km 0.8 de la carretera VP-2303 fue batida dos veces por la Guardia Civil los días 20 y 29 de enero, pero no se observó nada entonces. El informe remitido a la juez pasa de puntillas por este hecho. La única explicación que dan los investigadores es la siguiente: “se estima, que la posición y la orografía donde se hallaba el cuerpo dificultaban notablemente su visualización desde la vía, al tratarse de una cuneta con un talud descendente desde la carretera”. 

Imagen del informe de la Guardia Civil 

Sin embargo, pese a esas dificultades, lo cierto es que un solo hombre sin cualificación especial para el rastreo fue capaz de encontrar el cuerpo que no había sido capaces de localizar dos batidas organizadas por la Guardia Civil.  Esa circunstancia abre sin duda una pregunta: ¿estuvo realmente en ese lugar el cadáver de Esther durante 23 días o fue trasladado después de la última batida del 29 de enero?