Castilla y León recupera la normalidad tras el apagón, con solo algunos focos aún sin suministro
La Comunidad vuelve paulatinamente a la actividad habitual tras el apagón eléctrico del lunes, con hospitales operativos, desmovilización de la UME y solo algunos puntos aislados, como Villablino, aún sin luz ni comunicaciones.

Presidente de la junta de Castilla y León, Alfonso Fernandez mañueco
Castilla y León ha iniciado este martes su regreso progresivo a la normalidad tras el corte eléctrico generalizado que afectó a buena parte del país el lunes. Así lo ha confirmado el Gobierno autonómico tras la reunión del CECOPI (Centro de Coordinación Operativa Integrado), celebrada a primera hora de la mañana bajo la dirección del consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio.
La mayoría de los servicios esenciales han recuperado su operatividad sin incidencias reseñables. Todos los hospitales de cabecera de la Comunidad han retomado su actividad con suministro eléctrico normal, sin necesidad de recurrir a generadores autónomos. Desde el Centro Coordinador de Emergencias se ha solicitado la desmovilización de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ayer prestó apoyo logístico en puntos clave como el Hospital Recoletas de Burgos, donde abasteció combustible, o la estación de trenes de Zamora, donde distribuyó mantas a los pasajeros afectados.
A pesar del restablecimiento general, persisten algunas incidencias localizadas. Es el caso de Villablino, en la provincia de León, que continúa sin suministro eléctrico ni comunicaciones telefónicas. Técnicos de las operadoras ya están trabajando sobre el terreno para resolver la situación lo antes posible.
El apagón obligó a un importante despliegue de recursos durante toda la jornada del lunes. El Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León gestionó un total de 2.776 llamadas y 673 incidentes, con una distribución que refleja la amplitud del impacto. Las provincias más afectadas fueron Valladolid (177 incidentes), Burgos (147) y León (107), mientras que otras, como Soria (13) o Segovia (36), sufrieron consecuencias más leves.
La coordinación entre los organismos implicados y la respuesta ciudadana han sido claves para minimizar los efectos de un episodio inédito y que, pese a su magnitud, no ha provocado daños personales graves ni situaciones críticas en los servicios sanitarios o de transporte.
Desde la Junta se valora muy positivamente la gestión de la emergencia y se insiste en la necesidad de seguir reforzando los protocolos de respuesta rápida ante situaciones excepcionales. Castilla y León vuelve poco a poco a la rutina, con la mirada puesta en resolver los últimos flecos de la crisis y en aprender de lo ocurrido para fortalecer su capacidad de reacción ante futuras contingencias.

Castilla y León
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Alba Molina López

Castilla y León
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ESdiario