Mañueco exige a Sánchez que deje de esconderse tras el apagón y reflexione sobre su gestión de las crisis

Mientras el Gobierno de Pedro Sánchez sigue sin dar explicaciones claras sobre las causas del apagón que dejó a media España a oscuras el pasado lunes, desde Castilla y León su presidente, Alfonso Fernández Mañueco, ha alzado la voz para exigir una “profunda reflexión” sobre cómo afrontar este tipo de crisis. Y, sobre todo, cómo hacerlo de forma conjunta con las comunidades autónomas, muchas de las cuales se vieron forzadas a actuar por su cuenta ante el silencio de Moncloa.

Durante el Pleno de las Cortes autonómicas, Mañueco defendió la actuación “rápida, responsable y eficaz” de su Gobierno en las primeras horas de la emergencia. “Desde el primer momento, se garantizó el funcionamiento de hospitales, residencias de mayores y el sistema educativo”, aseguró. Mientras tanto, el Ejecutivo de Sánchez seguía hablando de un “problema de cinco segundos” que dejó en evidencia la fragilidad de nuestro sistema eléctrico… y de la comunicación institucional.

La intervención del presidente regional se produjo en respuesta al portavoz socialista, Luis Tudanca, que criticó que Mañueco no hubiera ofrecido una comparecencia pública el día del apagón. El líder autonómico fue claro: “Yo estaba trabajando, no haciendo discursos. Ejercimos el liderazgo que nos corresponde”.

Lejos de asumir responsabilidades, desde el PSOE nacional se ha optado por maquillar lo sucedido y convertirlo en una supuesta prueba de la “grandeza del país”. Tudanca elogió los servicios públicos y la “solidaridad ejemplar” de los ciudadanos, evitando entrar a valorar la falta de explicaciones del Gobierno central o las dudas que siguen sin resolverse casi 48 horas después del colapso eléctrico.

Mañueco, sin embargo, fue directo: “Después de tres comparecencias públicas, lo único que ha dicho el presidente del Gobierno es que ha habido un pequeño problema. Los ciudadanos merecen algo más que eso”. Y es que, como recordó, Castilla y León no se quedó esperando directrices de Madrid. La respuesta se coordinó desde el primer minuto, con el apoyo de servicios de emergencias, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, UME, bomberos, policías locales y empresas privadas.

Frente a la opacidad de Sánchez, Castilla y León mostró que es posible gobernar con responsabilidad y cercanía. Por eso, Mañueco no solo reclama explicaciones, sino también una nueva forma de gestionar las crisis: coordinada, transparente y sin menospreciar a las autonomías. “Es hora de que el Gobierno central deje de actuar como si el resto del país fuera espectador de sus errores”, sentenció.

El apagón dejó sin luz a millones de personas, pero también dejó a oscuras las prioridades del Ejecutivo. Desde las comunidades, ya no basta con esperar a que Moncloa encienda la linterna.