Rosa Benito se retrata: pasa del alarmante estado de Amador Mohedano
Quien fuera la cuñadisima de Rocío Jurado se muestra fría e indiferente ante el deteriorado estado de salud que presenta su ex marido

Rosa Benito.
Un mes después de aquel ingreso de urgencia en Jerez que encendió todas las alarmas, el nombre de Amador Mohedano vuelve a estar en boca de todos. No por un nuevo susto hospitalario, sino por unas imágenes compartidas por su hija Chayo Mohedano en redes sociales, donde se le ve más delgado, apagado, distinto. La foto, tomada en Chipiona durante las vacaciones familiares, ha bastado para disparar la preocupación sobre su estado de salud.
Fiel a su estilo, Amador no ha tardado en salir al paso. Lo ha hecho en conversación telefónica con Omar Suárez, en Vamos a ver Verano, y con esa ironía que no pierde ni en los peores momentos: “Aquí hay todavía mucho tío en este cuerpo, como decía Rocío Jurado”. Entre bromas y frases de superviviente, confirma lo evidente: la convalecencia existe, pero no hay motivo para el dramatismo. “Después del alta se me hincharon los pies de una forma que parecían de elefante… pero sigo mi tratamiento, seis pastillas diarias. Es cuestión de tiempo”, explicaba. Sí, está más delgado, admite, como cuando salió de Supervivientes, pero insiste en que lo peor ya pasó.
Mientras tanto, en un plano paralelo, Rosa Benito navega por aguas mucho más serenas. Alejada de su ex desde 2013, parece disfrutar de un momento de calma y hasta de ilusión. Sus mensajes crípticos en redes, donde habla de sentirse admirada y feliz, han disparado las especulaciones: ¿nuevo amor en el horizonte? Ella no confirma ni desmiente, pero responde con una sonrisa traviesa: “Estoy súper bien. Enamorada de la vida”.
Lo que sí deja claro es que, muy fría y distante, sobre Amador no hay comentario alguno. Cero palabras, cero gestos. Ni un atisbo de nostalgia por aquel matrimonio roto hace ya más de una década. El silencio es la frontera definitiva: Rosa eligió bloquearlo hace meses en redes, cansada de sus mensajes insistentes. Y hoy, mientras él libra la batalla de su salud, ella prefiere seguir construyendo la suya, entre la discreción y esa chispa renovada que hace pensar que quizá, en su vida, hay algo —o alguien— más.
Por su parte, ante el alarmante aspecto físico, Amador ha querido hablar de su estado de salud. “Mi hija hace una foto y con toda la buena intención, parece ser, lo ha puesto en las redes sociales y bueno por ahí viene el escándalo, pero que yo estoy bien. Aquí todavía hay mucho tío en este cuerpo, como dice la canción de la Jurado. Después de que me dieran el alta, he tenido un problema con la circulación, porque se me hincharon los pies de una forma que parecía las paras de elefante y claro, yo tengo un tratamiento, unos medicamentos que me los tomo todos los días seis pastillas”.
“Lo que pasa que lo que peor tengo es que me tengo que ir recuperando y la voz, que posiblemente hoy la tenga un poco mejor, luego más tarde se me pone… porque me tomo mi gazpachito fresquito y eso, a lo mejor me afecta un poquito a la hora de que pierdo un poquito de fuerza. Se ve que me rozaron una cuerda vocal con las gomas cuando me las metieron y me ha estado molestando estos días atrás, pero yo voy bien, estoy bien. Me he quedado más delgado, yo lo sé, estoy como cuando vine de la isla”, concluye Amador Mohedano.
Chismógrafo
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David Lozano