Detrás de Instagram: la entrevista prohibida de Casillas que le aleja del fútbol

La peor pesadilla de Iker Casillas parece hacerse realidad. Muchos años después de que cerrara bocas con aquel legendario beso a Sara Carbonero que, a golpe de rabia y éxtasis por la victoria del Mundial, lo que intentaba era dar un zasca a los periodistas el futbolista vuelve a caer en lo que menos le gusta: ser pasto de la prensa rosa.

Llevó mal, muy mal, que en 2010 no se hablara tanto de su "santidad" en la portería de la Selección Española de Fútbol como de que "su novia" estuviera en la banda del campo cubriendo la información. Que si le distraía, que si no le distraía... Cuando La Roja se hizo con el Mundial el Iker más peleón se la devolvió a todos esos periodistas que tan poco le gustan.

Fue mano de "santo" (nunca mejor dicho por aquello del mote del que disfrutaba entonces) porque, se siguió hablando de ellos, pero ya de otra manera y algo menos. Fuera del armario de la clandestinidad ya no tenía tanta gracia dar pábulo a rumores.

Después llegó Mourinho, y otra vez los problemas de Casillas con la prensa más morbosa. Esa vez lo superaron juntos Carbonero y Casillas. Pero el destino todavía les tenía una prueba más que debían vencer y parece que no han logrado hacerlo: sus problemas de salud lejos de unirles les han separado.

De nuevo Iker bajo la lupa de la prensa rosa que tan poco le gusta. Peor aún. Ahora sí, se ha convertido en carne de papel couché alejándose de la prensa deportiva y el fútbol para centrarse básicamente en la corazonera.

Unos audios embarazosos, una entrevista prohibida que no se publicó en su momento pero que ahora muestra lo que hay "detrás de Instagram" y que no es tan bonito como lo que hay delante complican ahora al que fuera San Iker de Todos los Santos su futuro inmediato en el mundo del balón. Todo pasará, esto también, pero de momento Casillas tendrá que hacer frente a minutos y minutos de televisión... y no precisamente deportiva. 

Y entre medias, Belén Esteban amenazando con la salida a la palestra de “varias mujeres” que tendrían mucho que decir sobre el portero... y ninguna de ellas es su madre, con la que siempre se ha dicho que Carbonero no conectó y que ahora intenta por todos los medios mantenerse alejada de las cámaras de los reporteros que pugnan por sacarle alguna declaración a las puertas de casa mientras su hijo hace gestos raros desde dentro de su coche a la prensa...

Lo dicho, esto no ha hecho nada más que empezar.