| 29 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Luis Rubiales entrega a Jenni Hermoso una camiseta por sus 50 partidos con España en el año 2019.
Luis Rubiales entrega a Jenni Hermoso una camiseta por sus 50 partidos con España en el año 2019.

Jenni lo consigue y manda a Rubiales al banquillo: agresión sexual y coacciones

El juez da la razón a la jugadora y el expresidente de la RFEF será juzgado. Le acompañarán en el banquillo Albert Luque, Jorge Vilda y a Rubén Ribera por las presiones posteriores a Hermoso

| Agustín Díaz Deportes

Finalmente Jenni Hermoso lo ha conseguido y Luis Rubiales se sentará en el banquillo de los acusados. El juez da la razón a la jugadora de la Selección española y propone juzgar al ex presidente de la RFEF por agresión sexual y coacciones. Por este segundo delito acompañarán al que un día fuera su jefe el ex entrenador nacional Jorge Vilda, Albert Luque y Rubén Ribera. 

El magistrado de la Audiencia Nacional encargado del caso, Francisco de Jorge, considera probado que el beso que le propinó Rubiales a Hermoso el día en el que España se proclamó campeona del mundo no fue consentido y que actuó de manera “unilateral y expresiva”. Por lo tanto no cree las explicaciones de un Rubiales que desde el principio ha defendido su versión y así seguirá haciéndolo hasta las últimas consecuencias.

Eso en cuanto a la primera acusación de agresión sexual. En cuanto a la segunda, las coacciones, el juez afirma en el auto que se ha hecho público que "las presiones a las que se sometió a la jugadora crearon en la futbolista de la Selección femenina una situación de ansiedad e intenso estrés".

 

 

Además también se sentarán en el banquillo el director deportivo de la Selección masculina, Albert Luque; el ex entrenador de la Selección femenina Jorge Vilda y al ex responsable de marketing de la Federación, Rubén Ribera. El motivo: presionar a la jugadora para que accediese a realizar una manifestación pública afirmando que el beso había sido consentido.

Otra página más de esta larguísima historia de la que todavía quedan capítulos por escribir. Y es que el juicio será de todo menos discreto y tal y como ha expresado Rubiales desde un primer momento, va a pelear con todo para demostrar su inocencia.