El Real Madrid tiene overbooking de jugadores, entre cedidos y futbolistas sobre los que aún tiene algún derecho. Aunque el principal candidato a salir, Gareth, Bale, no parece por la labor.
Fecha límite: el 4 de octubre, porque es el día que se cierra el mercado. Objetivo, 180 millones de euros para ajustar un poco las cuentas en una época donde la economía, no solo del club o del país, del mundo, no pasa por su mejor momento. Esos son los objetivos que el Real Madrid se fija para de una operativo que, de llegar a feliz término, le dará a, al menos, una decena de jugadores una nueva camiseta, totalmente nueva, no de préstamo.
En el Bernabéu son conscientes que, aunque el mercado comenzará el 27 de julio, no será sino sobre el 16 de agosto, la Champions entrando en semifinales, cuando ¨la bolsa¨ entre en verdadera acción. No será tarea fácil, pero el club merengue tiene muchos jugadores con contrato, y muchos (digamos la verdad) no son del agrado de un técnico que ha vuelto a hacer magia: Zinedine Zidane.
La "Operación Salida" comenzó hace poco más de un mes atrás cuando el Real Madrid y el Real Valladolid cambiaron la condición de Javi Sánchez de cedido a traspasado. Operación que dejó en las arcas blancas 3,5 millones de euros, que se descuentan del objetivo.
Pero la muestra que la “Operación Salida” está en marcha es el traspaso entre los dueños del Bernabéu y los del Giuseppe Meazza por el marroquí Achraf Hackimi, operación que dejará en las arcas madridistas entre 40 y 45 millones de euros, más cinco en variables, que incluye, para el Real Madrid, guardarse el derecho de tanteo en un hipotético caso de que el Inter de Milán traspase a Achraf.
Pero aún queda el trabajo duro. Si descontamos a Sánchez y Achraf, aún faltan, en el mejor de los casos, 131.5 millones de euros que la directiva blanca, en teoría, supone que lo aportarán:
Así que, sumando, restando y multiplicando, esta sería la fórmula para que la “Operación Salida” tuviese éxito para el Real Madrid.