El Barça, un polvorín: los capitanes dejan muy mal a un Koeman desahuciado

Malos tiempos para el Barcelona. En verano, el nuevo presidente, Joan Laporta, tuvo que resignarse a seguir contando con Ronald Koeman en el banquillo blaugrana cuando, ni de lejos, hubiera sido su apuesta ideal para dirigir al equipo. Pero aquello fue solo una más de las rémoras que le dejó la nefasta gestión de su antecesor, Josep María Bartomeu, que hipotecó el futuro de la entidad, también en el contrato que le firmó al héroe de Wembley. 

Con una economía de supervivencia, sin Messi, sin apenas refuerzos y con múltiples lesiones entre los delanteros del equipo, el comienzo de temporada en el Barça es el que cabía imaginar. Ayer mismo, el equipo no pudo derrotar al Cádiz en el Nuevo Mirandilla, donde jugó gran parte del segundo tiempo con uno menos por la expulsión de Frenkie De Jong. Después de enfrentarse en las últimas horas al Granada y al Cádiz, el Barcelona tan solo ha sumado dos puntos en dichos encuentros. 

Y es evidente que Ronald Koeman tiene las horas contadas en el banquillo blaugrana. Pero lo es más aún que si no hubiera que pagarle los 12 millones de euros que tiene estipulados en caso de destitución, el despido se hubiera hecho realidad hace muchas semanas. 

Además, el holandés sabe que económicamente tiene las de vencer y, en cada intervención pública, deja claras las limitaciones de la plantilla; esto es, critica continuamente la labor de Laporta al frente de la entidad. En su surrealista c0municado del martes, ya dejó claro que estar entre los cuatro primeros de la competición liguera sería un éxito y que nadie pensara en hacer grandes cosas en Europa. 

"No visto la camiseta del Barça para ser segundo o tercero"

Estas declaraciones fueron contestadas ayer nada más concluir el encuentro que el Barcelona empató en Cádiz por dos de los capitanes, Piqué y Sergi Roberto. El central fue taxativo al asegurar que "no estoy vistiendo la camiseta del Barça para acabar segundo o tercero. Estoy para competir por los títulos. Estoy convencidísimo, pese al inicio, que estaremos compitiendo. El equipo está con ánimos, con ganas. A veces hay que afrontar estos momentos. Sentimos que la afición está con nosotros. La situación es complicada para todos. Venimos de 12 años en la élite, hay que estar ahora todos juntos. Vamos a competir hasta el final. Que nadie dude de ello. Necesitamos a la afición".
 

Además, Piqué lanzó una pulla tanto a Laporta como a Koeman en el sentido de que no es momento para buscar polémicas entre los diversos estamentos del club. "El club lleva muchos años encima de la ola. Estamos pasando por un momento en el cual no estamos acostumbrados. Son años convulsos, cambio de presidente, de entrenadores... entre todos debemos dar el máximo para dar tranquilidad. Todos quieren ganar. Hay muchas formas de afrontarlo. Todos podemos quejarnos o todos podemos remar. Los jugadores estamos para remar. No busquemos dos bandos. Estamos con el presidente y también con el entrenador. El ruido no lo podemos controlar". 

En la misma línea, Sergi Roberto aseguró que "aquí hay que ganar la Liga, no me vale solo entrar entre los 4 primeros, eso por descontando. Hemos de pelear el título, hay una plantilla muy buena aunque haya lesionado. Hay plantilla para pelear la Liga".