Si dudas ante el sabor fuerte de las sardinas, dale una oportunidad a esta receta. Las sardinas se armonizan con el dulce matiz anisado del hinojo, así como con las pasas y los piñones.
Esta receta de pasta con sardinas o pasta con le sarde, es fácil, deliciosa y saludable. La pasta aporta hidratos de carbono, mientras que las sardinas son una fuente significativa de nutrientes esenciales: proteínas ácidos grasos omega 3, vitaminas y minerales.
En el fascinante crisol de culturas que fue Sicilia entre la dominación romana y árabe en el siglo IX d. C, se gestó la historia de la pasta con sardinas. En aquel tiempo, el general Eufemio de Messina, hostil al dominio bizantino, se alió con los sarracenos para conquistar Sicilia. Fue durante esta época tumultuosa que la receta tomó sus primeros alientos.
Mientras Eufemio se refugiaba en África, el cocinero de la flota sarracena se enfrentó al desafío de alimentar a las tropas.
Inspirado por la abundancia de hinojo silvestre y pescado en la zona, principalmente sardinas, el cocinero incorporó ingredientes exóticos y sabores árabes y norteafricanos: azafrán,pasas y frutos secos como los piñones.
Este ingenioso acto culinario dio lugar a una receta rica en proteínas e hidratos de carbono que se convirtió en un hito en la historia gastronómica de la isla.
Hoy en día, la pasta con sardinas ha evolucionado en diversas formas a lo largo y ancho de Italia, pero su corazón sigue latiendo fuerte en Sicilia.
En Palermo, la ciudad que se enorgullece de ser la cuna del plato, la receta prohíbe el uso de salsa de tomate. El espagueti bucatini al dente, la pasta tubular, es la estrella, a menudo complementada con pan rallado crujiente o hinojo cocido.
En la provincia de Enna, en cambio, el tomate es un ingrediente clave, mientras que en Agrigento, una cucharada de pasta de tomate da un giro único al plato.
En Messina, la salsa es totalmente blanca, desechando incluso el azafrán. La diáspora siciliana ha dejado su huella en Milán, donde surge la variante llamada a la Milanesa, elaborada con sardinas conservadas en sal debido a la escasez de pescado fresco.
La pasta con le Sarde no se limita a una sola presentación. Puede disfrutarse fría o caliente, y la creatividad no tiene límites. En algunos lugares, se transforma en tummàla, un timballo italiano y francés, donde carne o pescado finamente picado se cocina con otros ingredientes y se envuelve en arroz, pasta o pastelería.
La sardina, ese pescado azul de aspecto modesto pero de gran relevancia culinaria, destaca como la estrella principal en este relato nutricional. Como miembro de la familia de los clupeidos, las sardinas ostentan un cuerpo plano adornado con escamas plateadas que reflejan la luz de manera fascinante.
A lo largo de su vida, que puede extenderse hasta los diez años, forman grandes bancos, surcando aguas cálidas de alta salinidad, lo que las convierte en habitantes comunes en el litoral español.
Desde su nacimiento, las sardinas destacan por su comportamiento errático y gregario, congregándose en grandes bancos y prefiriendo aguas cálidas. Esta predilección las convierte en habitantes frecuentes del litoral español y la zona occidental de África. Aunque su presencia en el mercado es constante a lo largo del año, es entre julio y noviembre cuando estas delicias marinas alcanzan su mayor abundancia.
Las sardinas, en su mayoría migratorias, siguen un ciclo vital fascinante. En el hemisferio norte, migran hacia el norte en verano y hacia el sur en invierno. Durante la primavera y el verano, se entregan al desove, dando lugar a larvas que, tres o cuatro días después, eclosionan y se aventuran hacia la costa, midiendo apenas de 7-12 cm.
A los dos o tres años, estas criaturas marinas alcanzan la madurez sexual, llegando a dimensiones de 7 a 10 pulgadas (17-25 cm). .
Las sardinas, más allá de su delicioso sabor, se destacan por ser una fuente significativa de nutrientes, entre ellos:
Minerales:
Vitaminas:
El Tesoro de los Ácidos Grasos Omega-3
Uno de los aspectos más destacados de las sardinas es su contenido de ácidos grasos poliinsaturados Omega-3. Estudios han revelado que los ácidos Omega-3 EPA y DHA presentes en las sardinas descomponen el colesterol malo, contribuyendo así a la prevención de enfermedades cardíacas.
Proteínas y Antioxidantes: Un Combo Nutritivo
Además de su riqueza en ácidos grasos esenciales, las sardinas son una fuente robusta de proteínas, aportando 18 gramos por ración. Además, estas delicias marinas también contienen nutrientes con poder antioxidante, como el selenio.
Ingredientes:
Preparación:
En conclusión, la pasta con sardinas siciliana es más que un plato; es un testamento vivo de la rica historia y fusión de culturas que define a Sicilia. Cada variante cuenta una historia única, llevando consigo el legado de generaciones que han contribuido a su evolución a lo largo del tiempo.
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