A pesar de su nombre la preparación del chocoflan resulta sumamente sencilla; en esta receta no hay "nada imposible", el nombre se debe al efecto de las dos capas del pastel.
Pastel imposible, "mágico" o chocoflan son nombres que recibe este postre mexicano. La razón es que al añadir las parte de bizcocho y flan, a un mismo molde. La parte del bizcocho está por encima, y la parte del flan por debajo. Tras hornear el postre y dejar que repose, al desmoldar, las capas están invertidas. El flan queda arriba y el bizcocho en la base.
Ocurre por dos de sus ingredientes, el bicarbonato y el suero de leche o buttermilk, (que te digo como hacerlo en la receta).
Al mezclar estos ingredientes en la masa se genera dióxido de carbono (CO 2) en forma de burbujas, el dióxido de carbono actúa como una levadura química y hace que la masa suba. Tras el horneado la masa de bizcocho ‘crece’ y por lo tanto pesa más y se va al fondo. Mientras que la capa de flan al ser más ligera queda por encima.
Aunque el origen del chocoflan no se sabe con exactitud, se cree que puede tener influencia francesa.
Desde el siglo XIX, (1833), se produjo inmigración desde Francia a México, procedentes de regiones como Alto Saona, Alto Marne, Côte-d'Or. el siglo XX. En 1843 el censo de la ciudad de México ya reportaba una población de 2600 franceses, que fue aumentando de forma progresiva.
Los franceses llevaron a México su tradición culinaria, así llegó el flan a México, un delicado postre de textura suave y sabor exquisito.
La influencia francesa marcó el inicio de una nueva etapa en la gastronomía mexicana. Inspirados por el flan, los mexicanos decidieron agregar su propio toque creativo. Fue así como nació el aclamado 'chocoflan', una ingeniosa combinación de sabores y texturas.
El proceso de evolución continuó cuando los mexicanos incorporaron una capa de bizcocho al flan, creando una fusión perfecta de dos mundos dulces. No contentos con una simple adaptación, los mexicanos desarrollaron aún más el chocoflan al utilizar una salsa de cajeta, una deliciosa creación hecha a base de leche de cabra.
El carácter audaz de la cocina mexicana se manifiesta con el uso de ingredientes como chiles y cardamomo, que aportaron un giro sorprendente al chocoflan. Estas adiciones aromáticas y picantes llevaron este postre a nuevas alturas de sabor, convirtiéndolo en algo más que un simple dulce.
La cajeta es una salsa de caramelo originaria de México que se elabora utilizando leche de cabra como base.
Su aspecto y consistencia son similares a las del popular dulce de leche, que se produce a partir de leche de vaca.
Tradicionalmente, la preparación de la cajeta involucra un proceso de cocción prolongado, lo que resulta en un color dorado-marrón y un sabor profundo de caramelo con matices de chocolate, enriquecido por los suaves tonos ácidos inherentes a la leche de cabra.
La cajeta se encuentra fácilmente en las secciones de productos latinos/mexicanos en la mayoría de los supermercados, o puede hallarse en la misma área donde se ubican las mermeladas, jaleas y salsas dulces.
Aunque es posible sustituir la cajeta por el dulce de leche, es importante destacar que si se busca obtener un auténtico flan de chocolate mexicano, la cajeta cumple un papel fundamental en la receta.
Para la capa de bizcocho
290 ml de suero de leche- (lo puedes hacer en casa)
Para el suero de leche
Para la capa de flan
Para la cobertura del chocoflan
Para decorar:
¡Ahora ya tienes la receta del pastel imposible o chocoflan, un postre gourmet que combina la suave textura del flan con el esponjoso bizcocho! Si te ha gustado la receta compártela en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.