El "ultra" que chilló a Iglesias dice que defiende a los obreros de los "trepas"

Rodrigo es el nombre de uno de los ultras que este martes increparon a Pablo Iglesias en el municipio madrileño de Coslada cuando se dirigía a un acto de campaña. Al grito de "¡fuera la casta de nuestros barrios!" se enfrentó al líder de Podemos, porque, según ha asegurado "se ha vendido".

El joven integrante del grupo radical Bastión Frontal ha sido entrevistado por Isabel Peralta, la falangista que se volvió viral por su discurso antisemita en el homenaje a los caídos de la División Azul, y ambos han compartido la idea de que a Iglesias "los obreros le gustan bastante cuando se avencinan la campaña", pero ya no les representa.

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 Según Rodrigo, el líder de Podemos "es un trepa que ha llegado a la política tras el 15M y siempre ha ido de adalid de la clase trabajadora", pero ahora "se ha convertido en todo aquello que criticó", por lo que junto a sus compañeros decidió montar un "escrache" a Iglesias porque "no íbamos a tolerar que, en un barrio trabajador, se fuera a pasear sin una reprimenda".

Además, ha añadido que "por mucho que diga que es un comunista, no deja de ser un tibio socialdemócrata que ha cogido y se ha vendido. Por muy idealista que seas, lo que te das cuenta es que en cuanto entras en el juego parlamentario te corrompes".

Por todo ello, y citando a Ramiro Ledesma y a Onésimo Redondo, intelectuales del fascismo español, llegan ambos a asegurar que "el parlamento es la agonía de la patria" y "hay que destruirlo", renegando de cualquier organización política e incluso Peralta ha llegado a asegurar que "el fascismo defiende la lucha de los obrero, porque el obrero es la nación y solo el pueblo puede salvar al propio pueblo".

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Pero el propio Pablo Iglesias también se ha referido al incidente en una entrevista en la Cadena Ser, donde ha explicado que "estos mismos neonazis ya habían asaltado un local vecinal y yo hice lo mismo que tendría que hacer cualquier demócrata. Son matones que dan palizas a trabajadores que han venido de otro país a trabajar con nosotros, que dan palizas a los que no piensan como ellos".

Además, ha aprovechado para volver a cargar contra los medios de comunicación, para asegurar que han "blanqueado" la imagen de los ultras al llamarles "manifestantes" y también contra los partidos "que no condenan a los neonazis".

Junto a ello, también ha intentado sacar rédito político del incidente y ha aseverado que hizo "lo que debería hacer cualquier dirigente político", mientras que "Vox o Ayuso nos mandan a los cachorros a amenazar a la gente", pero los "vecinos y madrileños" sabrán decir que "en España o Madrid no hay sitio para esta gente".