| 08 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Santiago Abascal, este miércoles en el Congreso
Santiago Abascal, este miércoles en el Congreso

VOX coquetea con otra moción de censura a Sánchez para poner a prueba a Casado

Abascal irrumpe en las negociaciones entre el PSOE y el PP lanzando un desafío a los populares para "redimirse" y sumarse a VOX en el intento de acabar con el Gobierno.

| Yolanda Lorenzo España

Esta misma tarde puede concretarse el primer gran acuerdo entre el PSOE y el PP, que incluiría la renovación del Poder Judicial, del Consejo de Administración de RTVE, del Defensor del Pueblo e, incluso, del llamado "voto rogado" para españoles residentes en el extranjero.

Y todo ello entre un incesante runrún de un viraje de Pedro Sánchez hacia el "centro", toda vez que no hay elecciones de ningún tipo previstas hasta finales de 2022, fecha tope para las andaluzas. Consciente del inmenso desgaste que tiene la cercanía a un Podemos echado al monte y a los partidos independentistas, en Moncloa han activado una especie de "Operación Moderación" para recuperar una cierta imagen socialdemócrata el presidente.

Un espacio que, con matices, también quiere ocupar Pablo Casado, consciente de que tal ve pierda el voto más "cafetero" de la derecha pero también de que ya lo perdió hace tiempo con VOX y que, desde el centro, puede ganar más fácilmente las Elecciones sumando el voto de Ciudadanos y añadiendo después, quizá, acuerdos con lo de Abascal.

 

Y es precisamente el presidente de VOX quien, consciente de la jugada, quiere romper el tablero e intentar retratar al PP como una muleta del PSOE y no como una razonable alternativa al sanchismo. Ahí germinó la idea de la primera moción de censura. Y de ahí puede surgir la segunda, esbozada ya por el propio Abascal este miércoles desde la tribuna del Congreso.

Mientras en la platea Pablo Echenique reconocía las diferencias entre el PSOE y Podemos pero pronosticaba una alianza más allá de esta legislatura; el líder de VOX miraba a Casado para lanzarle un guante que, de momento, es un amago destinado a que los populares puedan "redimirse" de su voto en contra en el primer episodio de censura, el pasado septiembre.

La carga de profundidad es mayor: se trata de posicionar a VOX como única oposición frente a un PP que acepta pactar con el PSOE, aunque esos pactos sean buenos y liberen al Gobierno de las ataduras de Podemos en asuntos de interés general.

Moción sin fecha

Y nada mejor que otra moción de censura, de fecha incierta pero sobre la que VOX lleva semanas cavilando, para conseguir la estampa deseada.  "Algunos quisieron convertirse en protagonistas y víctimas", dijo en alusión al PP, "y prefirieron la continuidad de este Gobierno de la ruina, la violencia y el recorte de libertades antes que apostar por la convocatoria de elecciones".

"Quizá hay que ofrecer la posibilidad de plantearse una nueva moción de censura para que algunos diputados puedan redimirse de su gigantesca responsabilidad ante los españoles", ha rematado en todo desafiante Abascal, curiosamente ayudado por Echenique, que adjudicó a VOX el "volante" que conduce a la derecha en España.