| 08 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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El exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, se dan un beso en un acto en el Teatro Coliseum.
El exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, se dan un beso en un acto en el Teatro Coliseum.

Iglesias, nervioso: uno de sus mayores miedos tiene que ver con Irene Montero

El exlíder de Podemos teme que el clima de venganza contra los morados influya en las negociaciones con Sumar, sabedores ya de su superioridad de cara al próximo 23 de julio.

| Raúl Puente España

Este lunes ha comenzado una semana clave para el futuro de la izquierda política de nuestro país. El hundimiento de Unidas Podemos en las elecciones autonómicas y municipales solo les deja un camino posible de cara al adelanto de las generales: unirse a Sumar. El proyecto que encabeza Yolanda Díaz parece ser la única opción para los morados de mantenerse en primera línea y por ello, ahora, cuando le han visto las orejas al lobo en forma de votos en las urnas, les urge negociar para alcanzar un acuerdo.

Mientras pudieron se mantuvieron firmes en sus peticiones y no cerraron el pacto. Sin embargo, en las últimas semanas, el panorama ha cambiado y mucho, por lo que la formación que encabezan Ione Belarra e Irene Montero y que en su día lideró Pablo Iglesias no tiene otra escapatoria.

Precisamente ha sido uno de los fundadores del partido morado el que ha confesado uno de los mayores temores que tiene de cara a esa negociación y a lo que pueda surgir de la unión entre ambos partidos para concurrir de manera conjunta a los próximos comicios del 23 de julio. Y uno de esos miedos tiene que ver con Irene Montero.

Como se dice coloquialmente, Iglesias se huele que algo pasa con la ministra de Igualdad. Y es que tiene la sensación de que existen ciertas presiones, que no ha indicado de dónde vienen, para que Montero quede fuera de este proyecto de aglutinación de las fuerzas a la izquierda del PSOE y que girará en torno a Sumar. 

“Yo sí he tenido la sensación de ver en los últimos días (una dinámica) como de venganza, como de una presión de Irene Montero fuera y no sé qué. Creo que sería mucho más sensato apostar por la responsabilidad", ha expresado el también exvicepresidente del Gobierno.

 

Miedo a que Montero sea rechazada y a la humillación a Podemos

Ese es uno de los principales miedos ante lo que se avecina pero no el único. El otro es que debido a las últimas encuestas, que siguen dando a Podemos como quinta fuerza política, bastante lejos de Sumar, en la negociación entre ambas formaciones se caiga en la humillación con los morados. Concretamente ha indicado que los contactos deben asentarse "más en ser generosos" que en intentar "humillar o hacer que alguien pase por debajo del tablero".

Iglesias ha querido destacar el papel que está jugando su formación en todo este proceso, alabando y sacando pecho de que ya han admitido el sorpasso y que por ello adoptarán el papel que, a partir de ahora y por el momento, les corresponde. Cree que no fueron con los deberes hechos al 28 de mayo y eso ha tenido consecuencias terribles para Podemos, no solo por los propios resultados en las urnas, sino porque ahora se encuentran presionados y sin tiempo.

 

Por último, y como no podía ser de otra forma, ha vuelto con la cantinela de la derecha trumpista: "A esta derecha trumpista no se le puede enfrentar con sonrisas" y sacar pecho únicamente de la gestión”, en una crítica a esa parte de la izquierda que considera que prefieren estar "calladitos" y "no hacer ruido".