| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez, este lunes, anunciado su ajuste de gobierno.
Pedro Sánchez, este lunes, anunciado su ajuste de gobierno.

Decepción y estupor en los barones porque a Sánchez le ha "temblado el pulso"

Los candidatos al 28-M fiaban su remontada en las encuestas a un "golpe de timón" del presidente con Podemos aprovechando su cambio en el Gobierno. Pero, jarro de agua fría.

| Javier Ruiz de Vergara España

El todo PSOE consideraba que el anuncio de este lunes desde las escalinatas de La Moncloa era una oportunidad única para resucitar las expectativas electorales de los barones y de los miles de candidatos socialistas a alcaldes y concejales el próximo 28-M. Casualmente, a partir de este martes dentro de dos meses exactos.

Y ese mismo PSOE se lamenta en privado en estas últimas horas por la “oportunidad perdida”. Los más afines reconocen que a Sánchez “le ha temblado el pulso”. Los más críticos, directamente, que el presidente se ha “acobardado” ante la cúpula de Podemos, es decir que no ha tenido el coraje para plantar cara a Ione Belarra e Irene Montero.

El enfado y el estupor es aún mayor entre los barones con las expectativas electorales más oscuras, es decir Emiliano García Page, Guillermo Fernández Vara, Javier Lambán o la riojana Concha Andreu. Porque muchas de sus expectativas estaban depositadas en lo que los territorios se denominaba “golpe de timón”.

"Felicito a los que se quedan. Van a tener que cambiar la foto, estar en la foto es un mérito, mérito es entrar, y seguir, con lo que cuesta seguir (...)", se ha limitado a valora Page tras conocerse el relevo en el Gobierno.

 

Ferraz ha reunido este lunes al Comité Electoral del PSOE justo después del jarro de agua fría de Sánchez a los barones con su minicrisis.

 

Vuelco que no era otro que una cirugía mayor en el gabinete con un cambio drástico de ministros socialistas achicharrados-Marlaska, Llop e incluso Félix Bolaños- y el cese fulminante y ejemplarizante de la titular de Igualdad, Irene Montero, y el “ocioso” Alberto Garzón.

 

En realidad, Sánchez no ha sorprendido a nadie en el seno del PSOE. Pero sí decepcionado a muchos.

A los que le exigían un golpe de autoridad sobre Ione Belarra y sus continuos órdagos internos, a los que reclamaban aire fresco en una cartera tan mediática como el Ministerio del Interior, y a los que llevan meses sugiriendo a Sánchez que pusiera orden en la cocina de Moncloa nombrando un vicepresidente político que conduzca entre bambalinas lo que resta de legislatura cuando el presidente se vuelque en julio en su faceta de líder de la Unión Europea.

El enfado y el estupor es aún mayor entre los barones con las expectativas electorales más oscuras, es decir Page,Vara, Lambán o la riojana Concha Andreu. Porque muchas de sus expectativas estaban depositadas en lo que los territorios se denominaba “golpe de timón”.

Frente a todas estas reclamaciones, la receta de Sánchez ha sido dos grandes desconocidos para el electorado socialista, (José Manuel) Miñones y (Héctor) Gómez. Como ironiza a ESdiario un veterano socialista ya en segundo plano: “No estamos para grandes fichajes, pero el jefe ha puesto en el campo a dos medianías del filial”