| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Ghali, junto a la documentación de ESdiario
Ghali, junto a la documentación de ESdiario
Exclusiva

Interior buscó durante meses a Ghali, pero un "error" con su DNI lo invisibilizó

La entrada y salida de España del líder del Frente Polisario está repleta de extrañas "coincidencias" y de "errores" sorprendentes: ESdiario documenta algunos escandalosos.

| Francisco Mercado España

 

 

El 3 de febrero de 2021 Interior recibió orden del juez Santiago Pedraz de localizar a los 20 dirigentes del Polisario imputados por genocidio contra el pueblo saharaui, incluido su presidente, Brahim Ghali. Un mes después (18 de marzo) informó al juez que Ghali no había sido localizado, pero sí ubicó a cinco.

Uno de ellos usaba el DNI que el ministerio de Marlaska meses después (7 de mayo) descubrió que era de Ghali. Esto convirtió en ilocalizable para la justicia al líder polisario aunque su domicilio constaba en los archivos policiales antes de aterrizar ilegalmente el 18 de abril. Pudo pisar tierra española sin ninguna reclamación. 

El grave error de la Comisaría General de Información ocurría un mes antes de que Exteriores pusiera alfombra roja en la base de Zaragoza al entonces principal acusado de una causa por genocidio y torturas contra sus compatriotas saharauis.

 

El 18 de abril de 2021 aterrizó Ghali sin que la policía le requiriese documentarse ni alertase al juez de que había llegado a España el líder polisario buscado. El vuelo privado procedente de Argelia no aterrizó en el aeropuerto de Zaragoza, sino en las instalaciones de la Base Aérea (Zona militar). Avión marca gulfstream propiedad de la presidencia de Argelia.

“Las Autoridades militares comunicaron al personal de la Guardia Civil que el ocupante era personal diplomático (por lo tanto, exento de pasar aduana) sin especificar identidad del personal”.   

Sin datos

El OVNI iba creciendo: “Tras recabar datos en la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, se tiene constancia que, en ningún momento, persona alguna de dicho vuelo pasó control documental en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía del aeropuerto civil. Tampoco se facilitó, por las autoridades militares, datos de ninguna persona que pudiera haber llegado en dicho vuelo. Por todo ello se desconoce, oficialmente, si persona alguna bajó de dicha aeronave y en qué circunstancias”. Esto lo escribía la misma unidad, Información, que meses antes no supo vincular el dni de Ghali con Ghali. 

El juez Pedraz no ha tenido empacho en publicitar que Ghali siempre ha estado dispuesto a colaborar con la justicia española, pero, por si acaso, el líder polisario nunca se ha puesto al alcance de los diversos jueces

La orden de eliminar los controles policiales fronterizos para el buscado Ghali venía de Exteriores. “Salvo cambios, sólo deben desembarcar el paciente con un Covid, en grado avanzado y el hijo que lo acompaña. El paciente viaja según mi información, con pasaporte diplomático argelino y su hijo tiene algún tipo de permiso de residencia en España. En todo caso, esto último no es un problema y no es responsabilidad del Ejército del aire. Quien lo tiene que saber ya lo sabe”.

Así de conminatorio se mostraba Camilo Villarino, jefe de gabinete de la ministra de Exteriores Arancha González Laya, ambos ya destituidos e investigados, ante el segundo jefe del estado mayor del Ejército del Aire”. 

-“¿Queréis que se hagan trámites de aduanas o inmigración?”, pregunta el teniente general Francisco Javier Sánchez Fernández. 

-“No”, replica Villarino. 

El pasaporte diplomático de Ghali que validaba Villarino tenía dos pequeños defectos. Correspondía a una identidad falsa. Y se había fabricado el mismo día que despegó de Argel. El 18 de abril de 2021. Si alguien lo hubiera podido simplemente ojear la farsa del ilocalizable Ghali habría quedado al descubierto. Véase. 

 

 

El juez Santiago Pedraz no ha tenido empacho en publicitar que Ghali siempre ha estado dispuesto a colaborar con la justicia española, pero, por si acaso, el líder polisario nunca se ha puesto al alcance de los diversos jueces que han ido heredando la investigación del genocidio saharaui. Los querellantes se lo recordaban al juez Pedraz. “Debemos reseñar algunas de las ocasiones que se solicitó la detención de Brahim Ghali:

5 de diciembre de 2014, 2 de octubre de 2017, 13 de noviembre de 2017, 14 de noviembre de 2017, 28 de noviembre de 2017, 18 de marzo de 2019, 6 de mayo de 2021 entre otras”. 

La Policía halló registros de dos permisos policiales de entradas del entonces querellado y buscado Ghali. “06/04/2016, con número de libreta DVA01265, expedido en la Unidad de extranjería y documentación de Granada, del cual se remite copia del mismo junto al presente escrito. Y 07/12/2017, con número de libreta DVA013100, expedido en la Unidad de extranjería y documentación de Almería. De este documento, tras realizar la consulta, no se puede adjuntar al no conservarse copia del mismo”.

Una de estas entradas coincide con una alerta de los querellantes de que Ghali acudió a una clínica navarra para una operación de cáncer. La comisaría general de información no logró acreditarlo. 

Y, en vísperas de su viaje a España en abril de 2021, Ghali sabía que la justicia le buscaba. Los 20 nombres de los querellados habían sido difundidos por la prensa española. Y, para colmo, la Comisaría General de Información había localizado meses antes los domicilios españoles de cinco de los reclamados:

Mohamed Salec Abdesamad (Las Palmas), Sidahmed el Bellal Hedda (Madrid), Gali Ul Sidi Mustafá (Madrid) que en realidad era el propio Ghali, Bachir Mostapha Sayed (Barcelona), y Mohamed el Khalil (Salvatierra, Álava). Por tanto, el líder polisario tuvo fuentes sobradas para saber que un juez le buscaba y se había reactivado la querella. 

 

Mientras la Comisaría General alegaba que no había podido ser identificado ni localizado Ghali, un mes después Exteriores sí lo localizaba y le daba luz verde para aterrizar con un falso pasaporte diplomático. 

Curiosamente, la Comisaría General de Información explica el 18 de marzo que un tal Gali Uld Sidi podría ser Gali Sidi Mohamed Abdelyelil y cita su dni: 5024145K. El 7 de mayo, dicha comisaría, con una mera consulta de los archivos…descubre que dicho dni es de Ghali. Véase el hallazgo.

 

 

En la infografía, las pruebas de ESdiario: el Informe de Interior de Ghali de 18 marzo de 2020 y el Informe de 7 mayo de 2021 de la Comisaría General de Información donde rectifica la identidad del DNI aportado meses antes

 

Cuando el juez de Zaragoza que instruye el aterrizaje ilegal de Ghali en España requiere a Pedraz si había causas abiertas contra el líder polisario, la Audiencia Nacional le responde lo siguiente: había dos causas, las diligencias previas 447/2020 y las diligencias previas 1/2008. La última estaba archivada, pero se reactivó en mayo de 2021 tras el aterrizaje de Ghali. Y sobre la otra Pedraz precisó que sólo había ordenado a la Comisaría General de Información que averiguaran si eran españoles o si tenían permiso de residencia a fin de determinar si era competente para instruir el caso o no. 

El sorprendente "error" en Interior

El error de la comisaría general de Información impidió que el juez supiera hasta después del aterrizaje que Ghali sí era español y, por tanto, sí era competencia del juez investigarlo. No era un caso de la derogada justicia universal.  

Ya antes de interrogarlo Pedraz veía “totalmente desmedido” detener al líder del Frente Polisario, así como “afirmar” que “ha cometido crímenes atroces

Ya lo había resuelto el juez Ruz años atrás: eran delitos cometidos en territorio español y por personas nacidas en dicho territorio a raíz de la doctrina de la ONU sobre la descolonización del Sahara y, por tanto, crímenes entre españoles. Sin embargo, frente a tanta pesquisa cautelosa del juez, tuvo que ser el querellante el que informara al juez de que Ghali estaba en España tras aterrizar el 18 de abril en Zaragoza.

De poco sirvió que, por fin, testificara Ghali. Con inusual celeridad Pedraz cerró la causa, sin interrogar ni a todos los testigos ni a todos los acusados, ni la menor comisión rogatoria. El cierre era previsible: ya antes de interrogarlo Pedraz veía “totalmente desmedido” detener al líder del Frente Polisario, así como “afirmar” que “ha cometido crímenes atroces contra la humanidad”, ya que por el momento sólo se están investigando unos hechos sin existir “imputación” contra él.

Los jueces no suelen hacer desmentidos sobre sus investigados. Esa labor queda para los abogados. Pero a veces el juez es amigo de quien usa como colaborador al defensor. La justicia dibuja triángulos como las Bermudas con sonadas desapariciones.