El PP arrolla con absoluta en Galicia y Feijóo sentencia la amnistía de Sánchez

Las elecciones en Galicia se saldan con 40 escaños para el PP, 25 escaños para el BNG, 9 para el PSdG y 1 para Democracia Ourensana. 

Bajo esta aritmética electoral, la conclusión es clara. El Partido Popular no solo gana con holgada diferencia en Galicia sino que además mantiene la mayoría absoluta. Tras las muy plausibles cuatro mayorías absolutas cosechadas por el actual líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, su sucesor, Alfonso Rueda, consigue la quinta. Todo un éxito para los populares, especialmente para los gallegos, que han percibido una movilización "sin precedentes", aseguran a ESdiario fuentes solventes, a lo largo de toda la campaña.

Los mejores pronósticos se han cumplido. Pesa a la feroz campaña de la oposición del BNG y PSdeG, con la inestimable ayuda del poderoso aparato de La Moncloa, que han llagado a convertir -tergiversando la realidad- el accidente del buque Toconao, que liberó toneladas de pélets, en un nuevo Prestige 2.0 para atacar la gestión de Alfonso Rueda al frente de la Xunta o haber usado los múltiples sondeos del CIS de Tezanos alertando de un cambio de color en el Ejecutivo gallego, el PP ha vuelto a ganar con sólida contundencia en Galicia. 

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El liderazgo de Feijóo, fortalecido 

Así, estos trascendentales comicios en Galicia no solo ratifican la gestión del PP al frente de la Xunta sino que, además, lanzan un claro mensaje a toda España: tras la contundente victoria del PP en las generales del 23J, ahora Pedro Sánchez, en el que es su primer examen electoral tras su investidura, se topa con otro rotundo "no" a la deriva, en forma de traspase de líneas rojas -Ley de Amnistía, pactos con Bildu...-, a la que está llevando al PSOE. 

El PP tanto a nivel regional como a nivel nacional, con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, ha salido reforzado ante un horizonte en el que las citas electores siguientes definirán, todavía más, el futuro de España: próximamente las elecciones europeas -en las que votará todo el censo electoral- y las elecciones vascas someterán a un nuevo plebiscito la gestión de Pedro Sánchez en el Gobierno. Y el PP, tras las generales y ahora las elecciones gallegas, parte con clara ventaja. 

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El BNG sube a costa de un PSOE que se hunde

La satisfacción y la alegría en el PP, tal y como ha comprobado ESdiario, es máxima. Y no solo por su aplastante victoria absoluta en el 18F sino porque, además, se ha constatado el hundimiento del candidato socialista designado por el propio Pedro Sánchez. Así, José Ramón Gómez Besteiro, candidato del PSdeG a la Xunta, no ha superado ninguna de las expectativas dispuestas en él.

Los nacionalistas del BNG, con Ana Pontón a la cabeza, han visto aumentado el número de representantes en el Parlamento gallego pero a costa de un PSOE que se ha hundido. Ya lo alertaba Paula Prado, la secretaria general del PP, hace unos días en ESdiario: "Los nacionalistas han llegado a su techo, pero están creciendo porque el Partido Socialista baja y ellos recogen parte de ese voto".

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Podemos y Sumar no obtienen representación

Otra de las claves que ha arrojado esta jornada electoral gallega es la falta de representación de Sumar y Podemos. Un hecho muy significativo si tenemos en cuenta que el proyecto político de la gallega Yolanda Díaz ha fracaso en su propia tierra.

Además, lo que ha quedado constatado es que la guerra abierta y pública entre Sumar y Podemos, dirigida y promocionada por Pablo Iglesias, que les ha llevado a concurrir por separado en estos comicios, les perjudica gravemente: no han conseguido -al no ir juntos- llegar a ese mínimo de votos del 5% que exige la elevada barrera electoral en Galicia para entrar en el reparto de escaños.

Vox tampoco obtiene representación

Los de Santiago Abascal tampoco han obtenido representación en el Parlamento de Galicia pese a la intensa campaña electoral en contra del PP -tratándose de diferenciar- que han protagonizado: se confirma, pues, lo que los populares ya venían advirtiendo: los votos a Vox no se han optimizado en forma de escaños y, por tanto, en términos electorales, no han servido para nada más que para dividir el voto de la derecha en Galicia.

Un resultado francamente negativo para Vox que, desde luego, debiera hacer valorar la estrategia que los de Abascal están siguiendo no solo en Galicia sino que en el conjunto de España.