| 28 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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 Ione Belarra e Irene Montero
Ione Belarra e Irene Montero

Belarra y Montero dicen que las asistentas no tienen un trabajo "decente"

Las ministras de Derechos Sociales e Igualdad insisten en incorporar a las empleadas del hogar a la Seguridad Social cuanto antes.

| L. S. España

La ministra de Derechos Sociales Ione Belarra e Irene Montero ministra de Igualdad comparan la situación de las asistentas del hogar con la "servidumbre". Creen que no es un trabajo "decente" y han lanzado una nueva exigencia a uno de sus compañeros en el Ejecutivo, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.

Irene Montero ha participado en el evento 'Agenda 2030 y su Objetivo de Desarrollo Sostenible 8 (Trabajo Decente y Crecimiento sostenible)' y ha pedido  incorporar "lo antes posible" a las trabajadoras del hogar en el régimen general de la Seguridad Social,  ya que según ella, "en cómo se configura la relación laboral en este país resuena lo peor de la historia: la servidumbre y el privilegio machista".

La ministra de Igualdad ha asegurado que "el trabajo decente es imposible sin la igualdad". Por ello, según Montero las trabajadoras del hogar en España están lejos de alcanzar el tener un trabajo decente, por que las mujeres que se dedican a esta labor están "peor valoradas, peor pagadas y con condiciones de precariedad estructurales".

"Muchas de estas trabajadoras sin papeles, por hablar en plata, están más expuestas a la desprotección", ha avisado Montero, asegurando que esto se abordará en la Ley de igualdad de trato.

Trabajadoras de segunda

Ione Belarra, por su parte ha apostado por realizar mayores esfuerzos desde el Gobierno y todas las administraciones públicas para que las trabajadoras del hogar "sean tratadas de la misma manera que el resto de trabajadores del país".

La ministra de Derechos Sociales ha defendido que "se tienen que equiparar sus condiciones laborales, el acceso a la prestación por desempleo, la indemnización por despido equiparable y, de una vez por todas, su incorporación al régimen general de la Seguridad Social".

Belarra ha remarcado que se trata a estas empleadas como "trabajadoras de segunda" algo que considera injusto, ya que son "absolutamente imprescindibles para el sostenimiento de la sociedad".