| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

El rapapolvo histórico de Rajoy a Puigdemont retumba en el Palau: "Fue él"

El presidente del Gobierno exhibe su firmeza al inicio del Pleno del Senado que ha de aprobar la aplicación del 155 y horas después de que el de la Generalitat intentara chantajear al Estado

| Ana Isabel Martín España

"Fue él y sólo él". Estas palabras de Mariano Rajoy este viernes en el Senado, en alusión a Carles Puigdemont, ya han quedado registradas en el diario de sesiones de la Cámara Alta para la posteridad. 

Una vez descarrilado el intento in extremis de llegar a un acuerdo que suspendiera la aplicación del artículo 155 -lo que pretendía el presidente de la Generalitat era un chantaje al Estado en toda regla-, Rajoy abrió el Pleno del Senado con un discurso sumamente duro que a buen seguro retumbó en los despachos del Palau de la Generalitat.

Discurso que le valió una larguísima ovación de la bancada popular, que necesitaba sentir la mano firme de su jefe de filas en un momento de suma trascendencia histórica para España. Ellos y el resto de los españoles, a quienes prometió "estar a la altura".

El presidente del Gobierno culpó al independentismo y directamente a Puigdemont de la aplicación del artículo 155, por pisotear "la ley, el Estado de Derecho y el respeto a las minorías". Y hacerlo sin siquiera tener el valor de acudir al Senado a defender su postura. 

"Un gobernante no puede tratar así a la gente, hay temas con los que no se puede jugar. Un Gobierno no puede asistir impertérrito como si no pasara nada", sostuvo Rajoy. "No hay alternativa -añadió-. Lo único que se puede y además se debe hacer es acudir a la ley para hacer cumplir la ley".

El presidente no hizo mención expresa a la posibilidad que se abrió el jueves de que Puigdemont convocara elecciones anticipadas para frenar el 155, pero sí al vodevil vivido. "Lo que hemos vivido ayer no puede ser tomado en cuenta ni siquiera glosado sin caer en la impiedad", señaló con crudeza.

Y siguió con los reproches: "Los políticos no debemos embarcar a los ciudadanos en viajes imposibles a una Ítaca que no existe (...). No veo nada bueno en este proceso. Si acaso que ha servido para desenmascarar las mentiras y a quienes las pusieron en circulación".

Rajoy afirmó, llegados a este punto, que su obligación es aplicar la ley "no contra Cataluña, sino para impedir que se abuse de Cataluña. No para suspender la autonomía de Cataluña, sino para consolidarla". 

El presidente no hizo ya ningún llamamiento a Junts pel Sí porque ya nada espera. Aunque tras él sí lo hizo el portavoz del PP, José Manuel Barreiro: "Hago una llamada desesperada a que reflexionen".