PP y PSOE miran expectantes al cielo: ¿A quién afecta más que el 28-M llueva?

El próximo 28 de mayo, si se cumplen las previsiones meteorológicas, muchos españoles irán a votar con el paraguas. Se esperan una jornada de lluvias en buena parte de España como la zona centro, el sur y la zona mediterránea, algo que en muchos puntos no es habitual en una país que presume precisamente de más de 300 días de sol al año y que puede trastocar los planes de muchas personas no acostumbradas a la lluvia.

Esto ha provocado que todos los partidos políticos, especialmente PP y PSOE, hagan sus cábalas de cómo puede afectar la lluvia a sus expectativas electorales, especialmente cuando las encuestas dan un panorama muy ajustado entre los bloques de izquierda y derecha en zonas como la Comunidad Valenciana, Baleares, Castilla-La Mancha o ayuntamientos como el de Valencia o el de Sevilla.

Feijóo gana a Sánchez la ‘batalla de los mítines’ de Valencia a la espera del 28M

Y como pasa en todos lados, teorías sobre cómo puede afectar la lluvia a los votantes hay para todos los gustos. En lo que coinciden todos es en la incidencia en la gente mayor, que suele ser votante de partidos tradicionales como PP o PSOE, y que puede ser más reacia a salir de casa si llueve, especialmente si lo hace con fuerza.

La lluvia puede desmovilizar voto y bajar la participación, algo que preocupa a la izquierda y especialmente a los socialistas, pues creen que cuanto más alta sea la participación, más posibilidades tiene el bloque de izquierdas en sacar mayoría y reeditar sua pactos en las comunidades que ahora gobiernan.

Pero se da una paradoja: si baja la participación, es más fácil obtener representación, y Podemos, que las encuestas sitúan en el borde crítico del 5% de los votos en regiones como la Comunidad Valenciana o Madrid, podría sacar entonces provecho de la lluvia, ya que a menos partiocipación menos votos necesitas para lograr representación.

Los alcaldes y candidatos socialistas, sin embargo, ven un temor en la lluvia, pues consideran que los votantes de derechas están más movilizados ante la expectativa de cambio que los de izquierdas, y que, aunque llueva no se quedarán en casa e irán a votar, lo que podría beneficiar a la derecha en las urnas, ya que la izquierda estaría más desmotivada para salir de casa un día de lluvia.

“Hay ilusión por el cambio y estamos convencidos de que el mal tiempo no va a modificar el resultado”, señala al diario Información el jefe de campaña del PP valenciano, Miguel Barrachina. Desde el PSPV-PSOE de Ximo Puig, su jefe de Campaña, Miquel Soler, reflexiona que “puede ser malo tanto un día de lluvia como una jornada de sol en la que a la gente le dé por irse a la playa”.

Esta última teoría apuntan también desde Andalucía, donde están en juego las grandes ciudades, con especial incertidumbre en Sevilla. En una tierra acostumbrado al sol y el buen tiempo, creen que la lluvia frenará a la gente de irse a pasar el día fuera, y por tanto se acercarán a su colegio electoral a votar, por lo que la lluvia no afectaría a la participación. En Madrid, por contra, se teme que si llueve fuerte afecta al voto de las personas mayores, más proclives a votar al PP.

No olvidemos además que en mayo estamos en plena época de comuniones y de celebraciones familiares, y eso siempre es un factor que valoran los partidos. “Primero a votar y luego a la comunión”, repetía siempre un famoso dirigente del PP valenciano. Y el tema de la lluvia, además, también depende de cómo sea: no es lo mismo que llueva un rato o de forma intermitente, a que lo haga con mucha fuerza y durante todo el día. El 28 de mayo a lo largo del día, y sobre todo, por la noche, veremos la respuesta.