| 30 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Marino y Carlos Sobera, antes de conocer a su cita en Cuatro.
Marino y Carlos Sobera, antes de conocer a su cita en Cuatro.

La inesperada confesión de este soltero deja a Carlos Sobera alucinando

Marino llegaba este jueves a First Dates para encontrar el amor y su insólita presentación, en la que tuvo presente a su madre, dejaba al presentador con la boca abierta: "¿Con 65 años?".

| Rocio Díaz Medios

El verano también ha llegado a First Dates. El programa de citas de Cuatro ha comenzado con su temporada estival, con algún que otro refrescante encuentro, camisetas hawaianas y cientos de anécdotas. Pero manteniendo su principal objetivo: que quienes acuden encuentren el amor. Con esa clara intención hacía su entrada este jueves Marino, un hombre que llegó dispuesto a revolucionar con su desparpajo el restaurante, pero, por encima de ello, a encontrar el amor por primera vez. El soltero no dudó en compartir su historia con Carlos Sobera, quien no supo cómo asimilar la revelación sobre su vida personal que este comensal hizo.

El presentador, como de costumbre, preguntaba a Marino que cómo le había ido en el amor, si había tenido muchas parejas. "Yo, nada", respondía este soltero, lo que llevó a Sobera a preguntar si era virgen. Sin embargo, el hombre no contestó de forma concreta, limitándose a señalas que "no he convivido nunca con una mujer, cada uno en su casa". Esta información llevó al conductor del dating a interesarse más por ese aspecto: "¿Con quién vives tú? ¿Solo?". Pero lo que no esperaba Carlos Sobera era su respuesta

 

La confesión de este soltero sobre su madre

"Con mi madre, 91 años tiene ella", fue la respuesta que Marino ofreció a la pregunta de Sobera. El presentador, que no daba crédito a lo que había escuchado, siguió preguntado lleno de curiosidad: "¿Con 65 años vives con tu madre?". Al obtener una respuesta afirmativa, el rostro de Cuatro le preguntaba por si nunca se había ido de casa: "Estuve cinco años después de la mili, pero nada más", sentenciaba, dejando completamente descolocado al presentador. "¿No encontraste nunca una mujer con la que casarte, de la que te enamoraras?", continuaba Sobera interrogándolo, ya que quería  Sobera más íntimas confesiones: "No, nunca he tenido un proyecto de futuro, la verdad. Por eso vengo aquí a por todas, a enamorarme".

 

Carlos no terminaba de encajar toda la información que Marino le estaba ofreciendo, y mucho menos con las respuestas tan extrañas que daba: "Hay cosas que uno no sabe bien. Cómo podemos saber por qué el sol sale por el noroeste y se oculta por el oeste. ¿Por qué no lo hace por el sur y amanece por el norte? ¡Pues lo mismo!". Y si la situación no podía empeorar, nos equivocábamos, pues este hombre de 65 años descoló al presentador de Cuatro cuando le explicó como tenía que ser su cita: "Hay dos formas de decirlo: la típica y la poética. La poética es que yo soy Marino, Popeye 'El Marino', y busco a mi Olivia. Lo curioso es que ayer me comí una empanadilla de espinacas, lo mismo es una señal". "Bueno, pues a ver si a los 65 años conseguimos que sientes cabeza", remataba esperanzado Sobera.

 

Un soltero de 65 años busca el amor en First Dates

Su cita fue María Gisela, una mujer que, pese a ser un año más joven que él, no le entraba por el ojo a Marino: "Yo estoy acostumbrado a tener mujeres de 35, 40 o 45, no tan mayores", confesaba a cámara, lo que hacía presagiar que la velada no acabaría muy bien entre ambos. Y no lo hizo, ya no solo porque no congeniasen, sino porque este soltero no paró de ligar con Laura Boado, una de las camareras, en presencia de su cita: "No voy a hacer esperar a una mujer como tú", le decía a la hora de pagar la cuenta. "No pasa nada", le decía, comprensiva, la gallega. Esta actitud no gustó nada a su cita, como era de esperar, quien confesó al equipo que "como persona, no me gusta, y pienso que a la gente no le gustaría, que la persona que yo estoy conociendo, que vengo a que nos conquistemos ambos, esté más pendiente de la camarera. Él está piropeando a la camarera, y a mí no me ha piropeado. No me parece bien".

 

 Él seguía a lo suyo con Laura, lo que terminaba de colmar la paciencia de Gisela, quien aseguraba no querer mantener una segunda cita en La decisión final. En ello coincidía con él, dándole una de las excusas más raras que se recuerdan: "A mí me gusta mucho bailar y necesito a alguien que sienta pasión por el baile, porque es un lenguaje muy especial. No digo que bailes mal, pero no tienes esa pasión que yo busco".