Sánchez coloca a Montero al frente de la comisión anticorrupción tras los escándalos del PSOE y la reacción es unánime: "Se ríen de los españoles"
El Gobierno ha aprobado la creación de una comisión interministerial contra la corrupción presidida por la vicepresidenta y desde la oposición apuntan que confiar en la ministra de Hacienda (señalada por su paso por la Junta de Andalucía durante el caso de los ERE) es de "chiste" y una "burla" para los ciudadanos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Desde luego que si el Gobierno de Pedro Sánchez quiere empezar su lucha contra la corrupción no lo ha hecho con buen pie. No arrancan con toda la credibilidad necesaria cuando quien debe encabezarla está marcada por la sombra de uno de los mayores escándalos políticos de las últimas décadas. Ese es el mensaje que lanzado este martes el Partido Popular tras conocer que María Jesús Montero, ministra de Hacienda y exconsejera en la Junta de Andalucía durante el caso de los ERE, será la encargada de presidir la nueva comisión interministerial anticorrupción aprobada por el Consejo de Ministros.
El plan, impulsado por el presidente del Gobierno tras la detención del exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, busca, según el Ejecutivo, reforzar la transparencia y aplicar las recomendaciones de la OCDE y de la Comisión Europea. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha defendido la iniciativa en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Sin embargo, para el PP, la decisión roza el sarcasmo político. La portavoz popular en el Congreso, Ester Muñoz, ha acusado a Sánchez de “reírse de todos los españoles” al confiar en Montero para liderar una batalla que, según subrayó, el propio PSOE ha perdido desde hace tiempo. “Si no fuera tan grave, parecería un chiste”, ha expresado Muñoz.
La dirigente popular ha recordado que Montero fue parte de la Junta de Andalucía durante la época del caso de los ERE, considerado el mayor escándalo de corrupción en una comunidad autónoma. También ha señalado que la ministra forma parte de un Ejecutivo central “que ha tenido ministros que contrataban prostitutas, que amañaban contratos y cuyo secretario de Organización hoy duerme en prisión”.

La portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz.
A las críticas se suma la sombra de otros episodios. Muñoz ha aludido a la dimisión del presidente del Tribunal Económico Administrativo (TEAC), José Antonio Marco Sanjuán, tras ser acusado de cobrar sobornos para archivar casos fiscales, lo que, en su opinión, agrava la falta de autoridad moral del Ministerio de Hacienda para capitanear un plan anticorrupción.
“El Gobierno más corrupto de la democracia no puede liderar ninguna iniciativa contra la corrupción”, afirmó con contundencia la portavoz del PP. A su juicio, cada nuevo escándalo que afecta al PSOE, al Ejecutivo o al propio entorno de Pedro Sánchez, se salda con concesiones a los socios parlamentarios que sostienen a la coalición. “No gobiernan, solo negocian para sobrevivir en el poder”, añadió.
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El PP sostiene que ningún plan impulsado por Sánchez puede ser tomado en serio porque, según denuncian, “la corrupción está en su casa, en su partido y en su Gobierno”. Por eso, Muñoz fue clara en su conclusión: “El único plan anticorrupción que quieren los españoles es una convocatoria electoral”.