Teresa Ribera, 'premiada' por 220 muertes en la DANA

No puede haber un ranking de los peores personajes de 2024 en el que no figure Teresa Ribera, la ex ministra de Transición Ecológica ascendida a vicepresidenta de la Comisión Europea a pesar de los 220 muertos que dejó la riada del 29 de octubre en Valencia.

Ribera se ha marchado a Europa dejando tras de sí un reguero de muertos que ella misma pudo haber evitado. Seis años y pico en el Gobierno no fue tiempo suficiente para acometer unas obras en el barranco del Poyo que sus propios técnicos ministeriales le hicieron ver en diversos informes que eran vitales para evitar el riesgo que corría la población de los pueblos adyacentes, como Paiporta. Nunca inició las obras. En su conciencia queda y quizás también algún día en su expediente judicial. Veremos.

Bueno, la conciencia de Ribera parece ancha, por decirlo de alguna manera. Para marcharse a Bruselas como vicepresidenta de la UE ha tenido que dejar a un lado sus propias convicciones o al menos las convicciones que decía tener, que con una ministra de Sánchez cualquiera sabe cuál es la verdad. El caso es que ha tenido que aceptar la energía nuclear como energía verde y no solo eso. Ha tenido que comprometerse a impulsarla y a elogiarla como una garantía de la cadena de suministro.

En definitiva, en este 2024 Teresa Ribera ha demostrado ser una discípula aventajada de Sánchez: maestra en eludir su responsabilidad y con principios absolutamente volubles y cambiantes en función de su interés político. Por todo ello merece un destacado lugar entre los peores personajes del año