Planas ajeno a la realidad de los hogares españoles sobre su consumo de aceite

Las últimas declaraciones del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, sobre el consumo de uno de los productos estrella de nuestra gastronomía, el aceite de oliva, chirrían si los ponemos en frente de lo que opinan los ciudadanos.

Planas se ha mostrado "optimista" de cara a la campaña de aceite de oliva de este año, al tiempo que ha defendido que los hogares españoles mantienen su consumo a pesar del alza de los precios. "En un momento de precios altos, las familias españolas siguen consumiendo aceite de oliva", ha asegurado el titular de Agricultura durante la entrega de los premios internacionales a la calidad del aceite de oliva virgen extra en la gala Evooleum Awards, donde ha valorado que el aceite de oliva esté "tan arraigado" en los hogares españoles.

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Sin duda, el consumo de este producto está "arraigado" como dice el ministro de Sánchez, pero su elevado precio ha provocado que muchas familias tengan que renunciar a comprarlo y buscar 'sustitutos' más baratos muy a su pesar. Esta es la realidad en comunidades como Andalucía, donde justo este pasado martes se dio a conocer un barómetro en el que se pregunta a los andaluces sobre esta cuestión.

Los datos hablan: sí se reduce el consumo de aceite

Concretamente, un 44,8% de los andaluces asegura que en las últimas semanas ha reducido el consumo de algunos alimentos, entre los que se encuentra el aceite de oliva (28%) y el pescado fresco (30,1%), por su precio, según el sondeo publicado de la Fundación Centro de Estudios Andaluces (Centra), dependiente de la Junta, realizado entre los pasados días 12 y 22 de diciembre a una muestra de 3.600 personas residentes en Andalucía mayores de edad.

Pero no sólo la opinión directa de los ciudadanos chocan con las declaraciones del ministro, tan sólo con comprobar la forma en la que escalan los precios en los últimos meses deja en evidencia que se ha convertido en un 'artículo de lujo' para muchos hogares.

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El precio del aceite de oliva se disparó un 64,5% en noviembre frente al mismo mes de 2022, liderando los aumentos de precios de los productos de alimentación y provocando una caída de su demanda de cerca del 43%, según los datos del barómetro de consumo de la consultora Circana que realiza a nivel nacional.

En concreto, esta subida del aceite, que es más agudizada en el virgen extra con incrementos de hasta el 75,6%, hace que se dé una mejor evolución de otros aceites, como del de girasol que incrementan sus ventas un 10% frente al año pasado. De esta forma, el aceite de oliva prosigue con su escala de precios tras elevarse un 47% entre enero y noviembre.