Ser madre después de los 35: los riesgos que implica y la tendencia que define la maternidad actual

Vivimos en una época en la que la maternidad se pospone: primero el trabajo, la estabilidad, la pareja, los viajes, la casa... y después, si llega el momento, el bebé. Pero la biología no siempre espera. Los expertos advierten que, aunque ser madre después de los 35 es totalmente posible, también implica nuevos retos y riesgos que conviene conocer antes de decidir. 

Cada vez más mujeres deciden posponer la maternidad, ya sea para consolidar una carrera profesional, encontrar la pareja adecuada, estabilizarse económicamente o simplemente disfrutar de una etapa de libertad. Pero junto a esas decisiones personales entra en juego un hecho biológico incontrovertible: la fertilidad de la mujer disminuye con la edad y los riesgos asociados al embarazo aumentan a medida que se avanza más allá de los 30 años.

Desde el punto de vista biológico puro, los estudios sugieren que el período ideal para concebir está aproximadamente entre los 25 y los 29 años, ya que es cuando la fertilidad es óptima y los riesgos de complicaciones más bajos. Un análisis publicado en BMC Pregnancy and Childbirth señala que 'la edad ideal de las madres al parto es de 25–29 años, momento en el cual el riesgo de complicaciones en el embarazo y período neonatal es más bajo'.

En esa franja, la calidad y cantidad de óvulos aún mantienen valores relativamente altos, y el organismo femenino no soporta tanto desgaste como en etapas posteriores. Las probabilidades de concebir de forma natural son mayores y el riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer o cesárea son menores.

¿Esperar es una mala idea?

No necesariamente. Lo importante es entender que esperar tiene sus implicaciones y riesgos, pero no que sea una mala decisión per se. Muchas mujeres tienen embarazos completamente sanos después de los 35 años. La clave está en la salud general, los controles médicos adecuados y el acompañamiento profesional. Como señala la Clínica Cleveland: 'Muchas mujeres por encima de 35 años tienen embarazos y bebés sanos, pero hay un mayor riesgo de ciertas complicaciones'.

Además, desde una perspectiva vital y social, posponer la maternidad puede tener ventajas: mayor estabilidad económica, mayor madurez personal, mejor elección de pareja, una red social más asentada. Diferentes estudios advierten de que los padres mayores pueden ofrecer mayor seguridad financiera y emocional a sus hijos. 

Ventajas y desventajas

Las ventajas de tener hijos, ligeramente más tarde, son la mayor estabilidad laboral y económica, mayor experiencia en la vida y, posiblemente, mayor preparación emocional. Una revisión de los datos comenta que postergar la maternidad permite 'tener condiciones de vida más preparadas', aunque esto no elimina los riesgos biológicos.

Por otro lado, las desventajas son la caída de la fertilidad, mayor riesgo de complicaciones en el embarazo, mayor probabilidad de recurrir a técnicas de reproducción asistida y mayor presión temporal tanto para concebir, como para planificar la vida del niño. 

No obstante, los ginecólogos y obstetras señalan que no es una fecha exacta la que marca el límite; es más bien una 'pluma de aviso': cada mujer debe valorar su salud propia, su entorno, y su proyecto de vida. Pero sí recomiendan que si una mujer de más de 35 años desea quedarse embarazada, valore una evaluación de fertilidad, mantenga buen estado de salud (control de peso, presión, hábitos), y acuda a controles prenatales apropiados. Por ejemplo, la ACOG sugiere considerar dosis de aspirina de baja dosis para reducir riesgo de preeclampsia en embarazos de 35 años o más con algún factor adicional. También se recomienda acudir al especialista si después de 6 meses de intentarlo no se logra un embarazo en mujeres de más de 35 años.

En definitiva, no hay una 'edad perfecta universal' para tener hijos. Biológicamente el esquema indica que los 25-29 años serían el mejor momento para minimizar riesgos y maximizar fertilidad. Sin embargo, en la vida real cada mujer es distinta: sus circunstancias, su salud, su entorno y sus deseos varían. Tener un hijo con más de 35 años es perfectamente posible y muchas familias lo hacen con éxito, pero es importante conocer los riesgos y prepararse en consecuencia. Posponer la maternidad puede tener grandes ventajas personales y sociales, pero también exige una mayor vigilancia médica y, a veces, planificar con más cuidado.

Además, la maternidad es una decisión personal que se debe tomar en el momento adecuado para cada mujer, informada, con conocimiento de su salud y con apoyo profesional. Esperar no es malo, pero también saber que la biología tiene su ritmo, y conocer ese ritmo puede ayudarte a tomar la elección más alineada con tu vida y tus sueños.