| 30 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La infanta Elena, a bordo del Bribón. Europa Press.
La infanta Elena, a bordo del Bribón. Europa Press.

La infanta Elena aparece por sorpresa junto al Rey emérito en Sanxenxo

La hija mayor de don Juan Carlos viajó a la localidad viguesa para acompañar a su padre en una jornada en la que por fin pudo navegar, después de dos intentos fallidos anteriores.

| Juan Ruiz Chismógrafo

Don Juan Carlos de Borbón por fin pudo disfrutar de su pasión por la vela, después de que en sus últimas dos visitas a España, concretamente a Sanxenxo, en abril y en mayo de este año, el mal tiempo le impidiera participar en los entrenamientos del Bribón para revalidar el Mundial clase 6mR y una regata del Campeonato de España.

Ahora sí lo ha conseguido en la XXIV Regata Hotel Carlos I Silgar gracias al buen tiempo reinante en Sanxenxo, en la que es su cuarta visita a nuestro país desde que fijó su residencia en Abu Dabi

La gran sorpresa de la jornada fue la presencia de la infanta Elena, de la que nadie había informado y menos que fuera a competir junto a su padre.

 La hija del rey emérito llegó junto con su padre al puerto deportivo de Sanxenxo, ambos a bordo del coche de Pedro Campos, anfitrión de don Juan Carlos durante sus últimas estancias en Galicia. Pasaban las doce del mediodía cuando el vehículo, con Campos al volante, el emérito de copiloto, y la infanta en el asiento de atrás, abandonaba el chalé de Nanín, donde el exmonarca está instalado desde el miércoles. Como en días anteriores, saludó desde detrás de la ventanilla a los medios y a la quincena de curiosos que aguardaban a la puerta, pero no hizo declaraciones.

Ya en el espigón, el emérito descendió del vehículo, uniformado para la competición, con pantalón y chaleco oscuros, y camiseta y gorra claras, como el resto del equipo del Bribón. Allí pudo vérsele con su hija Elena de Borbón, una escena que el centenar de espectadores situados en la parte alta del paseo recibió con algunos vítores, que fueron correspondidos con saludos.

Después, Juan Carlos I embarcó y se puso a la caña del velero. Su hija, a la que se vio animada y habladora, también se hizo a la mar, pero en otra lancha, la semirrígida ‘Cristina’, encargada de remolcar al ‘Bribón’ fuera del espigón.

 

Según publicó recientemente ‘Vanitatis’, la intención del exjefe de Estado es comprar una propiedad por esta zona, donde se siente a gusto y tiene un sólido círculo de amistades, además de poder practicar su deporte favorito. No obstante, don Juan Carlos seguiría teniendo la residencia fiscal en Abu Dabi, pero con este refugio en España una vez que el palacio de la Zarzuela ya no es su residencia. Esta normalización pasaría por salir a sus restaurantes preferidos o al club náutico.

El Rey emérito, como en sus anteriores visitas a España, intenta pasar lo más desapercibido posible, pasando tiempo en la casa de Campos, acudiendo al puerto para subirse al Bribón y regresando a la casa de su amigo Durante sus estancias en Sanxenxo, no sale a cenar o a comer a restaurantes públicos, aunque eso puede cambiar a partir de ahora si su intención es que sea su segunda residencia.

 

Con los únicos que el navegante real ha socializado ha sido con los niños. El rey mantuvo una charla con un grupo de alumnos de la escuela del Club Náutico que, en el momento en que regresaban, el emérito y su tripulación se acercaron desde la lancha neumática. Ellos también habían terminado sus clases. Los pequeños le saludaron y le enseñaron los nudos marineros que habían aprendido.

Asimismo, varias personas traspasaron la línea de seguridad de los escoltas con sus respectivos hijos, con el permiso del monarca, y los pequeños fueron saludándole y haciéndose fotos con él.

Este encuentro duró diez minutos y a continuación don Juan Carlos embarcó. A las dos de la tarde, como estaba previsto y con buen viento, el navegante real cumplió con su deseo. No participó en la reunión de patrones que se organiza antes de iniciar la regata y que estaba prevista para las doce de la mañana. El domingo, su agenda náutica fue la misma y tampoco acudió a esa reunión. Acudió directamente al Bribón y será a la vuelta cuando se sepa quién ha sido el campeón de la XXIV Regata Hotel Carlos I Silgar, destinada a las clases Cruceros ORC, Open y 6 Metros en aguas de la ría de Pontevedra.