El Barça desaprovecha un 0-3 y Aspas empata en el 96 en Balaídos

El partido fue una auténtica montaña rusa. Muy propio de dos equipos que defienden de manera lamentable y que tampoco son un primor a la hora de rematar a portería. El encuentro parecía completamente sentenciado en el descanso, pero la irregularidad culé reapareció en la segunda parte y el triunfo evidente pareció ser algo más que discutido. 

El último encuentro de Sergi Barjuán al frente del Barcelona, con Xavi ya en Barcelona tomando nota, comenzó con una ocasión fantástica de Iago Aspas que, incomprensiblemente, el delantero de Moaña mandó fuera. Sin embargo, en la jugada siguiente, con el cronómetro en el minuto 5, apareció Ansi Fati y se dedicó a hacer lo que mejor hace: marcar gol. Ese chico es una bendición para el Barcelona y lo volvió a demostrar con el primer tanto del partido. 

El Celta seguía teniendo oportunidades y el Barcelona se dedicaba a marcar goles. Lo hizo Busquets, con un buen disparo colocado desde fuera del área en el minuto 18. Y lo volvió a hacer Memphis en el 37, al rematar de cabeza a las mallas un excelente centro de Jordi Alba. 

El marcador era injusto, pero la efectividad blaugrana maquilló los evidentes problemas defensivos del equipo que, a partir del lunes, dirigirá Xavi Hernández. 

Lesiones de Ansu, Eric y Nico

Sin embargo, la lesión de muscular de Ansu Fati en el último tramo del primer tiempo fue la primera mala noticia para el Barcelona en la soleada tarde viguesa. Para el Barça y para la selección española, que no podrá contar con el delantero culé para los dos partidos decisivos de la próxima semana. Tampoco lo hará Eric García, que también se marchó lesionado. 

El encuentro cambió completamente en la segunda parte, porque el Celta se comió literalmente al Barcelona, que continuó con su trasparente defensa y con una medular inexistente, más aún después de la lesión del joven talentoso Nico González. 

Aspas comenzó a dar esperanzas al Celta al marcar después de un escandaloso error de Ter Stegen, al que penalizó el sol que entraba por el fondo contrario de Balaídos. En el 74 llegó el 2-3 gracias a Nolito, que acabó poniendo de los nervios al aficionado blaugrana. De Jong pudo cerrar el encuentro, pero su extraordinario disparo, ya sobrepasado Dituro, golpeó en el larguero. Y el Celta continuaba intentándolo de todas las maneras posibles. Había merecido el empate de sobra y fue, quién si no, el gran Iago Aspas, que se inventó un golazo en el minuto 96.