| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo
El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo

Feijóo asusta a Sánchez mientras Moncloa vende logros que no le corresponden

Los sondeos ya no colocan a Sánchez en cabeza, sino que será el PP el futuro vencedor de las elecciones generales e incluso con un pie ya en la Moncloa.

| Andrea Jiménez España

Alberto Núñez Feijóo ya ha metido el miedo en el cuerpo a la legión de asesores que Sánchez tiene a su servicio. Las últimas encuestas publicadas refrendan lo que ya se vivió tras los comicios andaluces, que el PP está en ascenso, ya por encima de los socialistas. Reactivar la agenda legislativa más ideológica, sumarse a la teoría de que existe una conspiración alentada por los "poderosos" o, incluso, apuntarse logros que no le corresponden son, de momento, los ingredientes de la receta que han elaborado los 'gurús' presidenciales para intentar salvar a Sánchez del desastre.

De hecho, los sondeos que han visto la luz ya no colocan al PSOE como ganador de unas hipotéticas elecciones, sino que ya El País, ha vaticinado que será el PP el que lo haga, aunque eso sí, el periódico de cabecera de los socialistas aún deja a los populares sin opciones de gobernar.

Así, el sondeo confirma que el PP, con una estimación de voto de 27,4 %, conseguiría entre 109-122 escaños, frente al PSOE de Pedro Sánchez que perdería dos puntos en intención de voto respecto a las elecciones de 2019, quedándose en 26,3%, por lo que conseguiría entre 99-107.

Sin embargo, Unidas Podemos obtendría únicamente el 11,7% de los votos, quedándose entre 29 y 35 diputados y Vox se quedaría como tercera fuerza política en el Congreso de los Diputados, alcanzando entre 47 y 59 escaños, con un 15,9% de los votos, por lo que la mayoría absoluta fijada en los 176 diputados no estaría definida para ninguno de los dos.

Un paisaje mucho más desolador para Sánchez dibujaba este fin de semana El Mundo, en su encuesta elaborada por Sigma Dos, pues los populares elevarían su presencia en el Congreso de los Diputados hasta los 133 escaños, 44 más de los que tiene en la actualidad, y contaría con el 30,2% de los votos. Por su parte, Sánchez perdería 25 diputados y se quedaría en 95, con el 24,9% de los votos.

En este caso, Vox, aunque también pierde fuerza, se quedaría con 48 escaños, pero podría ser la llave de un futuro gobierno del PP pues Unidas Podemos sigue en caída libre perdiendo 10 diputados, hasta los 25, debido a una estimación de voto del 10,7%.

Más ideología para frenar el desastre

Así las cosas desde Moncloa intenta frenar la sangría como sea, ya que el futuro se vislumbra oscuro para el presidente. La situación económica es cada día peor y a lo lejos ya resuenan tambores de una recesión económica que asfixia a las familias y el Gobierno no es capaz de frenar, a lo que hay que añadir un posible problema con el suministro energético que tendría unas nefastas consecuencias.

Por ello, y a la vista de que la economía terminará por lastrar al Gobierno, los asesores presidenciales ya han elaborado una agenda mucho más ideológica, intentando reconquistar al votante frustrado. De hecho, la nueva Ley de Memoria Democrática se debatirá este lunes en la Comisión Constitucional del Congreso con suficientes apoyos para salir aprobada.

Sánchez se garantizó su aprobación con el apoyo de Bildu al ampliar el ámbito de aplicación hasta cinco años después de aprobada la Constitución. Eso permitirá reconocer como víctimas de violaciones de Derechos Humanos hasta 1983, lo que incluye a quienes sufrieron torturas o fueron objeto de la llamada 'guerra sucia' contra ETA hasta el primer año de gobierno de Felipe González.

 

Además, el presidente ha hecho suyo el discurso de Podemos y en varias entrevistas ha deslizado que existe una especie de conspiración contra el Gobierno por parte de unos supuestos 'poderes' que no desvela cuáles son, pero que según asegura, hacen todo lo posible para hacerle caer.

Junto a ello, la maquinaria de Moncloa se ha puesto a trabajar para vender los logros presidenciales, aunque no le correspondan. De hecho, Sánchez ha anunciado que el Consejo de Ministros del próximo martes, 5 de julio, va a aprobar hacer fijos a 67.300 sanitarios, una medida que busca acabar con la "precarización en la sanidad", aunque olvida que es una medida que tendrán que llevarla a cabo las comunidades autónomas. Todo ello porque Sánchez tiene miedo, miedo de perder el Gobierno, algo que según los sondeos pasará más pronto que tarde.