| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Yolanda Díaz, entre Irene Montero y Belarra, en los pasillos del Congreso.
Yolanda Díaz, entre Irene Montero y Belarra, en los pasillos del Congreso.

Primer golpe de autoridad de Yolanda Díaz sobre Belarra: "Sobran los ruidos"

La vicepresidenta tercera y sucesora de Iglesias ha marcado terrirorio por primera vez frente al aparato podemita con una advertencia en clave interna: "Hay que cuidar la coalición"

| Javier Ruiz de Vergara España

Pablo Iglesias ya tiene munición sobre la situación interna de Podemos para su inminente reaparición pública como tertuliano radiofónico. El primer toque de atención de Yolanda Díaz a Ione Belarra, las dos elegidas por el exvicepresidenta para continuar su legado ha demostrado que los planes del antiguo líder están en cuarentena.

Las diferencias entre la hoja de ruta amable de la vicepresidenta segunda y el regreso a la esencias de la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos se habían mantenido hasta ahora en un discreto segundo plano, más aún desde que Pedro Sánchez revolucionó el ala socialista del Gobierno y dejó el foco puesto justo sobre el sector morado.

Y mientras Díaz -supuestamente la jefa máxima de ese clan de la coalición- callaba ante las especulaciones internas sobre un posible relevo de algunos de sus ministros, Belarra e Irene Montero, junto con Pablo Echenique, han vuelto a lo que solían: a marcar las distancias en público con el PSOE.

Pero la discrección de Yolanda Díaz ha acabado este viernes. Fiel a su estilo, sin estridencias. Pero con su primera llamada al orden que muchos dirigentes podemitas han interpretado como una exhibición de galones frente al aparato. Exigiendo a los suyos huir del "ruido", la sucesora de Iglesias no ha podido ser más clara en su mensaje a Belarra y a Montero, su número dos. "Hay que cuidar la coalición", ha zanjado.

El detonante de esta primera reacción de Díaz ha sido la presentación de la iniciativa de Podemos para crear una empresa energética pública. Lo que hace pensar a algunos diputados morados que o bien la vicepresidenta no comparte la propuesta o bien no ha tenido capacidad de frenarla. Un síntoma de debilidad cuando esta aún en juego la designación de la candidata a las próximas elecciones generales.

 

Los planes de Iglesias para su sucesión empiezan a torcerse a las primeras de cambio.

 

Por eso, Díaz ha advertido a sus propias filas que "sobran los ruidos"; y aunque ha indicado que es "legítimo" que los ciudadanos conozcan las "diferencias" que mantienen los dos partidos que integran el Gobierno, ha recalcado que para constatar esas diferencias "no hay que elevar la voz", sino "trabajar y presentar propuestas". Curiosamente la misma tesis que han defendido esta semana varios ministros del ala socialista como Teresa Ribera o el hombre fuerte de La Moncloa, Félix Bolaños.

De hecho, la vicepresidenta ha afirmado que su intención es que la coalición "dure mucho tiempo". Toda una declaración de intenciones con el primer recado interno.

Enigmática sobre su futuro

Precisamente antes de llamar al orden a Belarra en una comparecencia en Vitoria, Díaz ha sido preguntada en una entrevista en Radio Euskadi por si encabezará, en las próximas elecciones generales, la candidatura de Unidas Podemos u otro proyecto a la izquierda del PSOE.

"Yo creo que ya toda España sabe que no estoy en esas, que estoy trabajando. Soy una mujer bastante decidida y cuando crea que deba hacer esa reflexión, a parte de a mis compañeros y compañeras de Unidas Podemos, la gente que con tanto cariño quiere que me presente a las elecciones, se lo diré a ellos y será la decisión de ellos. Pero, singularmente, lo haré ante los medios de comunicación", ha contestado.

Según ha detallado, va a iniciar "rápidamente" un "proceso de escucha" "mucha gente" y a "reflexionar mucho" en la tarea de "construir la gran casa de la democracia en este país".