Castilla y León exige un cambio energético: más inversión y consumo local tras la emergencia nacional

La región, una de las principales productoras de energía en España, busca consolidar su posición tras la reciente emergencia nacional que ha puesto en jaque el suministro energético del país.

Desde la Junta, se defiende un modelo que combine todas las fuentes energéticas disponibles, incluyendo renovables y tradicionales, para evitar dependencias y garantizar estabilidad.

Fernández Carriedo, portavoz regional, destacó la necesidad de que el Gobierno central invierta en infraestructuras energéticas y adapte normativas para favorecer el autoconsumo, una medida que podría reducir el impacto ambiental y los costes.

La propuesta de “energía de kilómetro cero” busca que la producción y el consumo se realicen en cercanía, minimizando pérdidas energéticas y apoyando a las industrias locales con un sello verde.

Castilla y León ya está avanzando en proyectos como la planta de hidrógeno verde en Garray (Soria), que estará operativa en semanas y será clave para el uso industrial sostenible.

Este posicionamiento llega en un momento en que Europa depende en un 80% de combustibles fósiles, según datos de la propia Junta, lo que subraya la urgencia de diversificar el mix energético.

La región, con su enclave estratégico y amplias infraestructuras, se presenta como un referente para atraer inversiones que impulsen un modelo energético más autónomo y eficiente.