Pilar Eyre airea el feo que hizo Letizia a su suegra en la graduación de Leonor

La graduación de la Princesa Leonor este fin de semana fue uno de los grandes acontecimientos para la crónica de sociedad, que en las últimas horas ha virado hacia el colgante que lució en el cuello la hija mayor de los Reyes Felipe y Letizia y que algunos han interpretado como un regalo del Emérito desde Abu Dabi por sus grafías árabes.

Los Reyes y la Infanta Sofía acompañan a la Princesa Leonor en su graduación en Gales

Nada que ver con la información que maneja Pilar Eyre y que cuenta esta semana en Lecturas, dirigiendo todas las miradas hacia ese "amigo especial" que le ha regalado el collar de oro con la palabra árabe "habun", que quiere decir "amor".

La periodista se pregunta retóricamente quién le va a regalar si no a una chica de 17 años un collar con la palabra amor y descarta de esta manera a una amiga o un pariente, echando por tierra las informaciones de algunos "colegas" que han insinuado que podría haber sido Don Juan Carlos el responsable del regalo.

Para la también escritora lo lógico es pensar que el regalo ha sido cosa de ese "noviete" al que hemos visto vagamente en alguna visita a España y que, luciéndolo en esa ocasión especial, la Princesa le quiere enviar el mensaje de que no lo va a olvidar, por mucho que deban separarse.

La que no pudo verlo en primera persona fue la Reina Sofía, que no estuvo. Según Eyre, se permitían cuatro invitaciones por alumna y se dijo que asistirían los Reyes, la hermana y la abuela materna, Paloma Rocasolano.

La ausencia de la Reina Sofía en la graduación de la Princesa Leonor

Fue entonces cuando se dijo que si la Reina Sofía no iba es porque estaba ocupada y en verdad esa semana estuvo entregando unos premios en Houston "que se reflejaron con gran alharaca en la prensa local".

El caso es que el viernes la Emérita ya estaba en Madrid y podría haber ido a Gales pero "a Letizia no le dio la gana y a mí me parece muy bien: es natural que vaya la abuela que ha tenido más contacto con las nietas, ya que cada vez que los padres viajaban, Paloma se desplazaba a Zarzuela, donde tiene habitaciones propias. Sofía ya se quejaba hace años de que, mientras ella tenía que pedir permiso para ver a las niñas, la otra estuviera siempre metida en la casa. Resultaría muy hipócrita que, de cara a la galería, se invitara a la Reina Sofía y se prescindiera de la abnegada Paloma, a la que tanto quieren sus nietas".

No obstante, para evitar agravios públicos se ha evitado que Rocasolano salga en las fotos y hasta Pilar Eyre duda de si en realidad estuvo allí, porque no hay ni rastro gráfico de ella.