| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Los jugadores de Croacia celebran un gol frente a Marruecos.
Los jugadores de Croacia celebran un gol frente a Marruecos.

Croacia se cuelga el bronce tras vencer a Marruecos en la final de consolación

La selección ajedrezada termina tercera en este Mundial de Catar al ganar por 2-1 al combinado africano. Los de Dalic firman una segunda Copa del Mundo inolvidable para el país balcánico.

| Alberto Marrero Deportes

Croacia se impuso por 2-1 a Marruecos en el Estadio Internacional Khalifa gracias a los tantos de Gvardiol y Orsic, que contrarrestaron el de Dari, y consiguen llevarse el bronce en este Mundial. Punto y final en esta Copa del Mundo para estos dos países que firmaron un torneo excepcional, el segundo consecutivo de los balcánicos después de acabar subcampeones en Rusia 2018.

La Copa del Mundo hinchable presidía el verde cuando ambos conjuntos salieron de vestuarios para escuchar los himnos y arrancar el encuentro. Ver ahí esa gigante figura y saber que te quedaste a las puertas de poder pelear en la final por ella no debe ser fácil, pero ni Croacia ni Marruecos debían hacerle asco a este choque porque en las quinielas nadie los veían disputando el tercer y cuarto puesto de este Mundial.

Estaba en juego el tercer puesto del Mundial, pero estos partidos a veces llegan a carecer de esa importancia por lo que has dejado de ganar y los equipos prefieren salir a divertirse para despedirse del torneo. Eso implica jugar sin miedos y así salió Croacia al verde, mientras que Marruecos desarrolló su táctica, defendiendo en su campo y dejando pocos espacios.

Eso no fue suficiente para evitar que en el minuto 7 la selección ajedrezada se adelantase en el marcador tras una jugada ensayada. Modric cuelga el balón, Perisic la pone con la cabeza en el punto de penalti, donde Gvardiol se lanza en plancha para rematar y abrir la lata. Pero poco les duró la alegría a los de Dalic.

Dos minutos después un mal despeje de Majer permitió a Dari igualar la contienda con otro testarazo, esta vez en el área chica y antes de que Livakovic pudiera llegar para meter los puños. A partir de ahí Croacia volvió a hacerse con la posesión del balón y llegaron varias veces a la portería rival, pero siempre aparecía Bono.

Y es que el combinado europeo tocaba y tocaba hasta ver el momento para atacar o lanzar algún balón a sus delanteros. Por su parte, los de Regragui optaban por robar y montar contragolpes o firmar jugadas rápidas, pero es verdad que les costaba más que a sus rivales llegar al área rival.

Ya al borde del descanso llegó uno de los golazos del Mundial de Catar. Rondó durante un minuto o dos el arco Croacia, pero el balón acabó llegando a Orsic en un costado. Cuando cualquier otro futbolista centraría, el extremo optó por meter el interior y mandar el cuero a la escuadra del palo largo para que Bono no pudiese llegar. Golazo y el combinado ajedrezado se iba al intermedio ganando por 2-1.

La segunda mitad arrancó con Orsic a punto de hacer otro golazo, pero un zaguero marroquí desvió ligeramente el cuero y se mantuvo el resultado. Esto parecía indicar que volveríamos a ver una segunda mitad frenética, pero el nivel fue bajando. Lógicamente, se veía que lo que había en juego era importante, pero nada del otro mundo porque lo verdaderamente relevante se juega este domingo en la final entre Argentina y Francia en el Estadio Lusail.

Marruecos roza la prórroga

En apenas dos minutos Gvardiol reclamó un penalti que cometió Amrabat pero que el colegiado no vio. En la otra área Achraf pidió lo mismo, pero lo suyo, en caso de serlo, era fuera del área. Además, entre medias, Livakovic evitó con el cuerpo un latigazo a bocajarro de En-Nesyri con el que Marruecos pudo igualar este partido que finalmente terminó con victoria croata por 2-1.

En los últimos minutos Kovacic tuvo la opción de sentenciar el choque, pero su disparo se fue ligeramente desviado. Rozando el larguero se fue la última acción del choque con un testarazo de En-Nesyri, que estuvo a punto de enviar el partido a la prórroga. Llegó el pitido final y los croatas celebraron sobre el césped, algunos con más emoción que otros, como aquellos que saben que será su última participación en un Mundial.