| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Vicente del Bosque, junto a Hierro y Camacho, en una fotografía reciente.
Vicente del Bosque, junto a Hierro y Camacho, en una fotografía reciente.

Del Bosque recuerda cómo entrenaba a los galácticos y cita a uno que no lo era

El entrenador salmantino se acuerda de Claude Makelele, que fue "clave para mantener la galaxia en orden sobre el césped", al repasar su convivencia con algunos de los mejores del mundo.

| Agustín Díaz Deportes

En los primeros albores del presente siglo, el Real Madrid se convirtió en el lugar en el que estaban los mejores futbolistas del mundo. Fueron los galácticos de Florentino Pérez, Luis Figo, Zinedine Zidane, Ronaldo y Beckham, que compartían vestuarios con otros jugadores espectaculares, como Raúl, Fernando Redondo o Roberto Carlos y con un señor que, aparentemente, representaba todo lo contrario a ellos, el salmantino Vicente del Bosque, ganador de dos Champions y otras tantas Ligas desde el banquillo madridista. 

Quien después fuera campeón del Mundo dirigiendo a la selección española, ha recordado cómo fue entrenar a aquellos futbolistas superlativos en una entrevista con el medio inglés The Athletic. “Fue un momento fácil y no nos lo atribuimos a los entrenadores, porque ellos, los jugadores, eran las personas adecuadas. El contenido de los entrenamientos es muy importante, ya que es lo que transmite el entrenador a los jugadores. Un entrenador que se pone delante de muy buenos jugadores no puede decir: ‘Salid a disfrutar’. Creo que eso es infantil. Hay que darles unas instrucciones y que no piensen que están en manos de alguien que no tiene ni idea, porque ven las debilidades de la gente. Los jugadores tienen la sana o malsana costumbre de que cuando ven a alguien que está muy flojo lo dicen, o bajan el nivel hasta hacerle daño al entrenador”.

Del Bosque recuerda el hecho de que en aquellos entrenamientos de aquel Madrid el balón era fundamental y eso era algo a lo que algunos recién llegados, como Zidane, no estaban acostumbrados y que agradecían. "Me da la impresión de que Zidane venía de un entrenador de la Juventus con el que habían trabajado mucho en el aspecto físico, que le daba una paliza, y se encontró con que aquí entrenábamos. todos, casi todos los días, con la pelota, que era más agradable. No digo que se haya hecho mal lo anterior, sino que les dimos salida y ellos se sintieron a gusto". 

El técnico salmantino considera que, ante las victorias y las derrotas, lo mejor es tomar una postura neutra, siempre pensando en la reacción del futbolista. "Lo mejor es una postura neutra, sin cabrearse; ganar sin lucirse y sin hundirse en la derrota. ¿Por qué? Porque los propios jugadores que se van a casa, si oyen que el entrenador es demasiado engreído, dirá que eres un engreído. O si te enojas, es algo malo. Todos los demás pueden hacer lo que quieran, pero debes ser neutral en la derrota y en la victoria". 

El valor de Raúl, Redondo, Roberto Carlos y Makelele

Sin embargo, además de la indudable calidad que atesoraban aquellos denominados galácticos, para Del Bosque también era muy importante el concurso de otros, como Raúl, que "estuvo increíble, como Fernando Redondo o Roberto Carlos", pero también Claude Makelele, aquel francés que ponía el equilibrio necesario en el centro del campo. "Ellos fueron claves para mantener la galaxia en orden sobre el césped. Eran personas muy importantes para nosotros".