| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Yolanda Díaz y Nadia Calviño
Yolanda Díaz y Nadia Calviño

El drama que oculta el entusiasmo de Sánchez: la hecatombe del pequeño comercio

Los datos macroeconómicos a veces no permiten entender la magnitud de una crisis económica que el Gobierno no es capaz de atajar, por lo que acercarse a lo pequeño, ayuda.

| Yolanda Lorenzo Economía

El Gobierno sigue vendiendo la España de la recuperación, la de los brotes verdes, apoyándose en cifras macroeconómicas de difícil comprensión para el común de los mortales: el propio Pedro Sánchez volvió a hacerlo este miércoles desde Lanzarote, su lugar de veraneo, pese a que la realidad cotidiana de millones de personas dista mucho de ese "paraíso" vendido por el presidente y secundado por ministras como Nadia Calviño o Yolanda Díaz.

El PIB o el déficit público son solo algunos de los conceptos a los que aluden los grandes economistas, pero existen datos mucho más comprensibles que dejan al descubierto la magnitud de la tragedia económica que vive el país sin que nadie le ponga remedio.

Suponen tan solo unas pinceladas acerca de la situación económica de España, no se puede hacer una radiografía completa en torno a ellas, pero son esclarecedores, puesto que hacen referencia al sector servicios el que sustenta la mayor cantidad de empleos de este país, y por tanto, la estabilidad económica de millones de familias.

 

Uno de los principales datos es el referente al empleo en el comercio, cifras que ha dado a conocer el sindicato Comisiones Obreras y que refleja a las claras las consecuencias de la pandemia en este sector. Según los números que presenta el sindicato, nada sospechoso de ir contra los intereses del Gobierno, el número de trabajadores no ha conseguido recuperarse, sino todo lo contrario.

El sector del comercio ha perdido en España 159.100 empleos desde el comienzo de la pandemia del coronavirus. De las 3.082.500 personas ocupadas en el comercio en el primer trimestre de 2020 se ha pasado a 2.923.400 al final del segundo trimestre de este año.

Desastre en el comercio

El comercio minorista es el más afectado por esta caída del empleo, con 131.900 trabajadores menos que en marzo de 2020, a lo que hay que añadir que precisamente este tipo de compraventa es el que más trabajadores acumula, un 63 % (1.825.300 personas).

Además, según el sindicato, en el segundo trimestre de este año la ocupación en el comercio creció un 1 % en tasa interanual, "muy por debajo" del 6 % registrado para el conjunto de actividades de la economía española. El informe también hace referencia a los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) e indica que a 30 de julio hay 50.800 personas afectadas en el comercio.

El sector hotelero, en retroceso

Pero si parece que el comercio no termina de despegar, la situación en la hostelería no es más halagüeña. Concretamente, ha salido a la luz otro dato que demuestra a las claras las dificultades que atraviesa el turismo en un país que, hace unos años, era una apuesta segura para invertir en el sector.

 

El número de hoteles en venta en Idealista ha aumentado un 30% en el último año, según ha informado la plataforma, que considera que la pandemia sigue impactando en el sector hotelero. En concreto, el 1 de agosto de 2021 había anunciados en idealista un total de 639 establecimientos que reconocían contar con licencia hotelera, mientras que un año antes esa cifra se situaba en los 490.

A todas las adversidades se le suma los precios más disparados de Europa en luz, combustible y telecomunicaciones

El incremento se ha notado con más fuerza en las provincias costeras, registrando un 44% más oferta inmobiliaria hotelera que hace un año, pasando de los 323 hoteles a 465, demostrando que el sector ya no resulta rentable lo que conlleva, además, una enorme reducción de puestos de trabajo. 

Y a todo ello hay que añadirle el disparado precio de tres servicios básicos en España: la electricidad, cuyo coste duplica al de Francia o Alemania y triplica al de hace un año y este jueves alcanzará los 115 euros por megavatio/hora; el combustible, con récord en las gasolineras; y las telecomunicaciones, de las más costosas de Europa. Y todo ello con un paro juvenil del 37%, el más alto de Europa y siete puntos superior al de Grecia, líder tradicional en la trágica estadística.

El resumen lo da una cifra bien elocuente: en doce meses, poner una lavadora en España ha pasado de costar en torno a 0.20 euros a alcanzar los 0.50, una subida espectacular que aplicada a todos los electrodomésticos indispensables, refleja la abrumadora contradicción entre la situación económica de los hogares y el precio de los suministros más esenciales.