Otegui denigra al PSOE y le recuerda sus más de 20 apoyos clave con su voto

Arnaldo Otegui juega con Sánchez a lo que siempre hizo Batasuna y ETA con los gobiernos y partidos democráticos: negociar, sacar réditos y luego aflorar sus conquistas y avergonzar a sus confiados interlocutores.

En plena precampaña el líder de Bildu insulta al PSOE: “José Barrionuevo, Juan Alberto Belloch o Rafael Vera se sienten intocables porque la Transición se edificó sobre la impunidad de los sectores económicos, mediáticos y policiales-militares que sostuvieron a Franco. Hoy, Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, es un buen día para recordar que hemos sido miles los vascos y vascas torturadas. No fue una excepción, fue una estrategia de Estado”. Lo ilustra con una foto de González abrazando a Vera en la puerta de la cárcel.

No es algo que le haga llorar a Sánchez. Ya se lo toleró a Iglesias: “Le han prohibido gobernar con nosotros. Se lo ha dicho Felipe González, el que tiene el pasado manchado de cal viva”. Ni le importó asociarse con Podemos, ni con Bildu. Nunca saca a colación los crímenes del pasado izquierdista (GRAPO) o etarra. Por el contrario, suaviza sus críticas al terrorismo que habitó Otegui.

Ilegal e indecente

Curiosamente, cuando estalla el escándalo de que Bildu en sus candidaturas locales o autonómicas lleva 44 condenados por terrorismo, Sánchez formula una condena que le quita hierro: “Puede ser legal lo que han hecho, pero desde luego no es decente”. Lo repite a coro su gobierno. Mienten.

No sólo es indecente, es ilegal. Viola el artículo 9 de la ley de partidos. Está prohibido y es causa de disolución “incluir regularmente en sus órganos directivos o en sus listas electorales personas condenadas por delitos de terrorismo que no hayan rechazado públicamente los fines y los medios terroristas”.

La lista de apoyos parlamentarios

Pero Otegui, tras insultar, hurga más en la herida y muestra la lista de apoyos parlamentarios de Bildu al PSOE de Sánchez.

 1. Revalorización de pensiones al IPC, acabando con el 0.25% de Rajoy que inició las protestas.

2. Ley Riders, que acaba con los falsos autónomos y obliga a las plataformas a contratarlos.

 3. Ley de Eutanasia.

4. Ley protección de la Infancia.

 5. Tope al gas.

 6. La aprobación de los ERTEs y todas sus prórrogas

 7. Supresión del delito que penaba a los piquetes en las huelgas (tuvo gran impacto en Euskalherría por los casos producidos y la cantidad de huelgas).

 8. Decreto medidas anti-crisis Ucrania que incluía entre otras: ayuda 20 céntimos a los carburantes, congelación alquileres, subida IMV (ingreso mínimo vital), ayudas PYMEs y autónomos, ampliación ayudas bono social eléctrico.

9. Derogación del despido por bajas medicas

10. Ley solo sí es sí frente a la violencia machista.

11. Creación del Ingreso Mínimo Vital.

12. El llamado escudo social que se prolongó durante la pandemia.

13. Ley transición ecológica (gracias a sus enmiendas se prohíbe el fracking).

14. Aumento del SMI (salario mínimo interprofesional).

 15 a 21. Estados de Alarma y sus [6] prórrogas (se abstuvieron en todas y gracias a ello se pudieron mantener ciertas medidas sanitarias)”.

Hete aquí que el progresismo socialista ha dependido en España de un partido que tiene en su cúpula, cargos y candidaturas a personas que compartieron la actividad de matar, e incluso negocia pactos en Navarra el autor de “socializar el sufrimiento” etarra

No parece un apoyo coyuntural, sino sostenido. Hete aquí que el progresismo socialista ha dependido en España de un partido que tiene en su cúpula, cargos y candidaturas a personas que compartieron la actividad de matar, e incluso negocia pactos en Navarra el autor de “socializar el sufrimiento” etarra. Matar a discreción. Matar a socialistas. Esta parte no está en la memoria democrática de Sánchez. 

Sánchez ha disparado los votos de Bildu

El sanchismo acusaba a Rajoy de ser una fábrica de indepes. Pero Sánchez ha disparado los votos de Bildu y Vox durante su mandato. Necesita ambos extremos. Vox para ahuyentar votos moderados del PP (que vuelve Franco), y Bildu para exacerbar la extrema derecha (que vuelve ETA).

Bildu muestra su desafío al PP: “Que dice Feijóo que va a derogar todo lo que salió adelante con los votos de Bildu, pues que diga qué derogará exactamente". Y le muestra la lista de los recados que ha cumplido para Sánchez.

Pero al tiempo, amenaza al PSOE: “En mayo, nadie nos dijo que harían acuerdos con el PP en Bastida, Durango o Gipuzkoa. Esta vez, agradecería que todos aclarásemos lo que vamos a hacer”.

Y recuerda a Sánchez su imparable ascenso: “1.402 cargos públicos locales y 145 alcaldías, 150 concejales y 21 alcaldías más que hace cuatro años. EH Bildu se consolida como primera fuerza municipalista: somos cada vez más y el 23J seremos más que hoy”.

Pero esta marea de apologistas o ex activistas del asesinato no le quita al sueño al presidente.  Ni siquiera las semillas de independencia que está regando. Hasta que Euskadi vuelva a ser un problema.

Para Sánchez el único crimen es apoyar al PP. Si Bildu coqueteara con Feijóo, el PSOE redescubriría sus concejales muertos.

EH Bildu se consolida como primera fuerza municipalista: somos cada vez más y el 23J seremos más que hoy

Cambios y cambios de opinión

Sánchez no miente. Cambia de opinión, dice. Y pone como ejemplo a Suárez, que negó que fuera a legalizar al PCE y luego lo hizo. Claro, debió anunciarlo con meses y que el Ejército abortase la transición con un golpe, como casi ocurre el día que lo aprobó, el sábado santo.

Y González cambió de criterio sobre la OTAN, pero lo sometió a referéndum. Y no se jugaba ser presidente, sino el apoyo de EEUU a la democracia española.

González cuando cambiaba de opinión en un tema, como el marxismo, ponía su cargo a disposición del partido. Sánchez jamás ha consultado a los votantes sus timonazos ni ha puesto a juicio su cargo.

Ni comparte sus históricas motivaciones para dar volantazos. Sus antecesores buscaban perpetuar la democracia, no perpetuarse. Ni Suárez ni González pactaron con los golpistas para gobernar. Y pudieron hacerlo.

Ni Suárez ni González pactaron con los golpistas para gobernar.Y pudieron hacerlo