| 01 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez.

Ante el triunfalismo de Sánchez el cambio sigue siendo necesario

La primera conclusión tras el 23J es que el PP ha ganado las elecciones generales con más de 8 millones de votos sacando, más de 300.000 votos al PSOE, que es el perdedor

| Fernando de Rosa Opinión

Tras el 23 de julio es necesario efectuar una reflexión profunda sobre la realidad de los resultados salidos de las urnas. La primera conclusión clara es que el Partido Popular ha ganado las elecciones generales con más de 8 millones de votos sacando, más de 300.000 votos al PSOE, que es el que las ha perdido de forma significativa.

Realmente estamos en un escenario similar al acaecido en 1996, año en el que Aznar ganó por una deferencia similar al todopoderoso Felipe González, el cual aceptó el resultado y dejó que gobernara la lista más votada no intentando maniobra alguna para deslegitimar el resultado, a pesar de que, como ahora, la prensa de izquierdas hizo lo posible para que no se produjera la alternativa, acuñando la frase “dulce derrota y amarga victoria”.

Es verdad que la falta de cualquier freno moral da ventaja a Sánchez, pero la alternativa que va a jugar el PSOE es mucho más diabólica que la que podría presentar el Partido Popular...

La segunda conclusión es que la formación de gobierno es tan complicada para Sánchez como para Feijóo. Es verdad que la falta de cualquier freno moral da ventaja a Sánchez, pero la alternativa que va a jugar el PSOE es mucho más diabólica que la que podría presentar el Partido Popular, puesto que a los primeros les debe votar la investidura y posteriormente durante la legislatura, un personaje tan complicado como es el fugado Puigdemont. En cambio, al presidente del Partido Popular le basta el apoyo expreso del PNV, con el que las coincidencias programáticas son mucho más cercanas ideológicamente hablando.

Es cierto que el PNV y Vox se repelen mutuamente y que los de Ortuzar teniendo unas elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina no quieren salir, en este momento, en la foto de la investidura de Feijóo, pero tampoco querían investir a Aznar en el año 1996 y lo hicieron en el límite temporal para disolverse las cámaras.

A Europa no le gusta Vox

La tercera conclusión es que es verdad que a Europa no le gusta Vox, pero tampoco le gusta el aliado de Putin en que se ha convertido Puigdemont, no hay más que repasar los informes de Bruselas que indicaban los acuerdos del prófugo de Waterloo para desestabilizar la Unión Europea. Por lo tanto, aunque Sánchez y sus palmeros desvíen la atención de esta cuestión, no podrán librarse de tener que dar explicaciones en las instituciones europeas sobre la realidad de los acuerdos, en caso de lograrse, aunque los intenten ocultar a los ciudadanos españoles.

...aunque Sánchez y sus palmeros desvíen la atención de esta cuestión, no podrán librarse de tener que dar explicaciones en las instituciones europeas sobre la realidad de los acuerdos.

Por tanto, estamos ante un partido que ha ganado las elecciones y un líder decidido a presentarse a la investidura, al menos con similares probabilidades que el que ha perdido las elecciones, y una situación política muy volátil que puede hacer caer la Moncloa a un lado a otro según vayan pasando las semanas.

El triunfalismo que están desplegando Sánchez y sus acólitos políticos y mediáticos, es simplemente propaganda dirigida directamente a provocar desánimo en las filas del centroderecha y que se produzca una rendición en la pretensión de conformar una alternativa de gobierno.

Puigdemont es para Sánchez, a la vez tabla de salvación y piedra atada al cuello en alta mar

Puigdemont es para Sánchez, a la vez tabla de salvación y piedra atada al cuello en alta mar. Nunca será la solución que le permita a la vez investirse y gobernar durante la legislatura, porque ponerse en manos de entrar y salir de la Moncloa de una persona que ha demostrado total inestabilidad personal y política es casi suicida para un personaje como Sánchez que se ha aficionado a jugar a la ruleta rusa, porque algunas veces el juego falla y la bala se dispara.

Negociaciones en distintos escenarios

Las negociaciones no han hecho más que empezar y se producirán en diversos escenarios: Bruselas,  Vitoria, Barcelona, Madrid y en los pasillos del IBEX-35. Seguramente tendremos un mes de agosto de cierta calma “chicha” pero de intensas negociaciones y presiones entre unos y otros, y lo que salga en septiembre será, lo más probable, un simple espejismo de lo que se desarrollará en los próximos meses, tanto si hay un gobierno o repetición electoral.

Cuando las bases socialistas gritaban los eslóganes comunistas de la guerra civil en la noche electoral, reflejaban más un deseo que una realidad, porque el “no pasarán” nunca ha sido algo definitivo en política y menos en España.