| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Xavi Hernández, rodeado por sus colaboradores, en un partido de la presente temporada.
Xavi Hernández, rodeado por sus colaboradores, en un partido de la presente temporada.

Se pincha la burbuja del mesías Xavi Hernández: la diferencia era Leo Messi

Después de la derrota del domingo frente al Rayo Vallecano, el técnico de Terrasa, presentado como el salvador del Barça por Laporta, ya presenta un peor promedio que Koeman en el banquillo.

| Agustín Díaz Deportes

Cuando a finales del pasado mes de diciembre, el Fútbol Club Barcelona cayó en Vallecas con un gol del colombiano Falcao, Joan Laporta decidió prescindir del que hasta ese momento había sido su entrenador, el holandés Ronald Koeman, héroe de la Copa de Europa del 92. Le despidió en el avión de su regreso y, después de un par de partido con Sergi Barjuán en el banquillo, llegó Xavi Hernández, el hijo pródigo que, tras su retirada, se estaba formando en Qatar. 

El pasado domingo, el Rayo Vallecano visitó el Camp Nou, en partido aplazado, y volvió a imponerse al Barcelona, por el mismo resultado, dejando la depresión instalada en el feudo blaugrana y pinchando definitivamente la burbuja que supuso la llegada de aquel que, como jugador, lo había ganado todo, tanto con el Barcelona como con la selección española. 

El histórico centrocampista de Terrasa fue presentado por Laporta como el auténtico mesías, aquel que iba a calcar la exitosa experiencia de Pep Guardiola como primer entrenador culé. Pero la realidad era bien distinta y cuando Xavi llegó al primer equipo jugadores como Jutglá o Abde, ahora absolutamente olvidados en el filial, eran más que habituales en la punta de ataque. Sin embargo, en el mercado de invierno llegaron los refuerzos, el goleador Aubameyang, el irregular Ferrán Torres o el siempre estrafalario Dani Alves, entre ellos, y, sobre todo, regresó el lesionado Pedri

Fue la época los cuatro goles. Aquellos que, de manera continuada, el Barça marcó ante el Atlético, el Valencia y el Nápoles. El tiempo de "celebrar" una derrota ante el Real Madrid en la semifinal de la Supercopa. Incluso, se llegó a reincorporar el pobre Ansu Fati que, rápidamente, recayó de su lesión muscular. Aquel irresistible ascenso hizo cima en la gloriosa victoria en el Bernabéu, aquel 0-4, que hizo soñar a los culés con el regreso de la época dorada. 

Después de aquello, todo cuesta abajo hasta constatar que el promedio de puntos de Xavi Hernández al frente del Barcelona es peor, incluso, que el obtenido con Ronald Koeman en el banquillo blaugrana. En los 32 partidos con Xavi, el balance es de 17 victorias, 8 empates y 7 derrotas, esto es, ha ganado el 53 por ciento de los partidos en disputa. En los primeros 32 partidos que Koeman dirigió al Barça, obtuvo 21 victorias, 5 empates y 6 derrotas. 


El importante es Pedri y no Xavi

Quizá no habría que ir tanto a la influencia de Xavi en los resultados del Barcelona, sino a la radical relevancia que tiene Pedri en el Barça actual. Y es que, según comentó Pedro Martín, en Tiempo de Juego de la COPE, con el canario en el campo, el Barça ha conseguido 10 victorias y 2 empates, mientras que sin Pedri, el balance es muy pobre: 8 victorias, 7 empates y 6 derrotas. 

El panorama no puede ser más desalentador para el Barcelona desde que Xavi es primer entrenador. Cayó en semifinales en la Superliga, en octavos de la Copa del Rey, en la fase de grupos de la Champions y, más tarde, en cuartos de la Europa League, con escarnio de 30.000 alemanes en la grada incluido, y en la Liga es segundo, empatado a puntos con el tercero, a 15 puntos de un Real Madrid que puede ser campeón este sábado consiguiendo tan solo un punto ante el Espanyol en el Bernabéu. Una auténtica ruina. 

Esta es la realidad. Lo que será la próxima temporada, con una buena camada de jugadores jóvenes y algo de dinero, poco, para contratar a alguna medio estrella, ya se verá. Lo que tampoco tiene demasiado sentido es comparar a este Barça de entreguerras con aquellos de Guardiola y Luis Enrique que maravillaron al mundo entero. Iniesta, Pujol, el propio Xavi o, por supuesto, un Leo Messi en absoluta plenitud, marcaron la diferencia y la hacen más enorme ahora.