
La maquinaria del Gobierno se ha puesto a pleno rendimiento para lograr en tiempo récord que los españoles nos olvidemos de cuatro años de sanchismo y aceptemos cuatro difíciles de asumir
Le precede su fama de buen estratega. Es discutible. Hay quien lo define dentro de sus propias filas simplemente como un “temerario” y hasta como un “kamikaze” carente de escrúpulos. Sin ir más lejos el socialista Paco Vázquez reconocía en público hace unos días que estando Sánchez en el Gobierno él no está tranquilo con la limpieza del voto por correo: “yo con este Gobierno la pongo en entredicho”. Más no se puede decir.
El caso es que el presidente ha logrado dar un giro inesperado al guión que nadie vio venir, aunque eso no lo convierte necesariamente en una buena estrategia. Para tener éxito los españoles mayoritariamente deberíamos tragarnos cuatro ruedas de molino que ya nos está sirviendo de manera machacona la propaganda sanchista.
El sanchismo tiene que enterrar en tiempo récord la idea bastante extendida de que Sánchez es un mentiroso compulsivo capaz de cualquier cosa para llegar al poder y mantenerlo. Así pues, nos tenemos que creer que la decisión de anticipar las elecciones generales es buena para España. Sánchez la tomó con su “conciencia” porque es lo mejor para los españoles. Ese mensaje lo ha lanzado sin ir más lejos su vicepresidenta primera, Nadia Calviño.
Nadia Calviño, vicepresidenta primera: "La decisión de Sánchez de convocar elecciones es honesta y correcta. Refleja el carácter del presidente, siempre antepone el interés general"
— RTVE Noticias (@rtvenoticias) June 3, 2023
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Sánchez ya ha agitado el espantajo de la ultraderecha. Vox y el PP, dijo hace unas pocas fechas, son “la extrema derecha y la derecha extrema”. Hay un problema. Tiene que hacer pasar a Feijóo por extremista ante los ojos de los votantes. Es difícil convertir a un ‘centrista extremo’ en un peligroso ultraderechista. Máxime cuando Feijóo tiene un pasado de moderación en Galicia y ahora se afana por tender la mano al PSOE: le ofrece que gobierne la lista más votada y le regala los votos del PP para impedir que Bildu acceda al poder.
Todo eso le ha costado críticas de incluso algunos sectores de su partido y, por supuesto, de Vox, que aprovecha su perfil de moderado para acusarle de ser “socialdemócrata”, como repite Santiago Abascal con frecuencia. Si unos le llaman facha y otros socialdemócrata quizás es que es, efectivamente, es un centrista convencido.
ESCUCHEN: Sánchez sitúa a PP y Vox en la "extrema derecha" y pide frenar "la ola reaccionaria" tiene razón, hay que frenar la ola reaccionaria de Podemos, Bildu, Erc, Sumar. Etc etc. pic.twitter.com/hA1Vfbw59I
— Ramón Rouco ®️ (@Ramon_Rouco_) May 31, 2023
“Que viene la ultraderecha”, hay que impedir que triunfe “la ola reaccionaria” apostando por un “gobierno progresista”. A ver quién se traga eso. Quedan 50 días más o menos para convencer a los españoles de que hay que votar opciones progresistas, es decir, al PSOE para que junto a los proetarras progresistas de Bildu, los golpistas progresistas de ERC y los comunistas progresistas de Podemos y/o Sumar frenen la amenaza de PP+Vox. Delirante. Frankenstein es el progreso y lo demás es reaccionario. Hasta Otegi le ha pedido que no nos tome por tontos a todos. Llevan 4 años pactando con ellos y nadie se cree ahora que no lo vayan a hacer de nuevo.
El secuestrador Otegi, gran triunfador de estas elecciones gracias al blanqueo del PSOE, se burla del intento de alejamiento pre electoral de Pedro Sánchez: «¿Cuándo dejamos de tomar a la gente por boba? Si el PSOE y EH Bidu llevamos cuatro años haciendo las cosas juntos». pic.twitter.com/FGCZ73rvl1
— Capitán Bitcoin (@CapitanBitcoin) May 31, 2023
El problema es que los españoles tenemos que sufrir un ataque agudo de amnesia para olvidar antes del 23J la ley del sólo sí es sí que ha beneficiado a más de mil violadores; los indultos a los golpistas catalanes; la manipulación del código penal -sedición y malversación- para satisfacer a sus socios separatistas; la manipulación a su antojo de instituciones como el CIS, con Tezanos, y la fiscalía general del Estado, con su ministra de Justicia al frente; el uso partidista y propagandista del Consejo de Ministros para aprobar en campaña medidas electoralistas, etc, etc.
No hay sanchista que se precie que no presuma de la marcha de la economía. La derrota el 28M fue “injusta e inmerecida”, dijo Sánchez. Los españoles no nos damos cuenta de lo bien que lo está haciendo este gobierno en avances sociales y, sobre todo, en la economía. El problema es que quieren que creamos que el empleo va mejor que nunca a pesar de estar totalmente maquillado por los fijos discontinuos, empleo público y desempleados que no figuran…
Antes de, 23J debemos olvidarnos de que somos el único país de la UE que no ha recuperado el PIB anterior a la pandemia, que somos el país de la OCDE donde más renta per cápita hemos perdido los ciudadanos (donde más nos hemos empobrecido) y que tenemos una deuda y un déficit públicos récord, que habrá que pagar más temprano que tarde.